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En los últimos dos años algo ha cambiado en el mercado laboral salmantino. Tras décadas de éxodo, ahora recibe más trabajadores de los que se marchan y así pone fin, al menos de momento, a una «sangría» de profesionales iniciada hace décadas. Desde 2012 son más de 233.500 los salmantinos que han «emigrado» tras conseguir un empleo en otro lugar de España.
La cifra casi duplica al número de personas que trabajan actualmente en la provincia. Por el contrario, son más de 175.500 los españoles y los extranjeros que en esos años han sido atraídos desde otros territorios para ocupar puestos ofertados en Salamanca. El resultado, por tanto, es negativo: en ese periodo se han ido 58.000 más de los que han llegado. Sin embargo, tras el fin de la pandemia la tendencia ha cambiando y el éxodo se ha revertido, según el reciente informe Movilidad geográfica en la contratación en España publicado por el Observatorio de las Ocupación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). En 2023, llegaron a trabajar a Salamanca 8.012 personas más de las que se marcharon. Y, aunque el saldo es mucho menor, en 2024 también fue positivo: el nuevo empleo captó a 467 personas más de otros territorios que los salmantinos contratados en otros territorios.
Son diecinueve las provincias españolas que se puedan considerar receptoras de trabajadores en términos de movilidad laboral, un grupo al que Salamanca acaba de llegar. A la cabeza de ellas se encuentra Madrid, a la que el pasado año se mudaron 428.241 personas con un nuevo contrato, mientras que otras 226.704 abandonaron la capital de España al encontrar un empleo en otro lugar. Los territorios que captan profesionales no son solo los grandes focos empresariales e industriales, sino que también están atrayendo trabajadores zonas más despobladas en las que resulta muy difícil cubrir vacantes en diversos sectores y en los que vivir puede resultar más asequible, como es el caso de Salamanca. Así, además de las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza y Málaga, así como Baleares, otras provincias con menor población también reciben ya más trabajadores de los que «emigran», como Cuenca, Palencia, Segovia, Soria, Albacete y Huesca, entre otras.
De quienes el pasado año se marcharon de Madrid por motivos laborales, un 1,7% se mudó a Salamanca. Casi un tercio de los trabajadores que llegaron a esta provincia en los dos últimos años lo hicieron desde esa comunidad. En 2024 el SEPE contabilizó 3.966, pero el año previo fueron más del doble, 8.012. En 2023 Salamanca «importó» de la capital de España más profesionales de los que «exportó» a ella, pero el pasado año ya no fue así. Fueron más los quienes se fueron a Madrid (5.410) , que los que llegaron. De hecho, la capital de España es el principal destino: el 31% de quienes dejan la provincia tras haber encontrado empleo en otro territorio se van a Madrid.
Aunque en Barcelona aún se contrata a muchos salmantinos, son más los trabajadores que la abandonan tras firmar contratos laborales para trasladarse a esta provincia, según refleja el Observatorio de las Ocupaciones. El pasado año fueron 674 las personas de Salamanca que se mudaron a la capital catalana y desde ella vinieron más del doble, 1.611. Pero el éxodo de barceloneses fue mayor en 2023, cuando llegaron cuatro veces más que salmantinos se marcharon allí, concretamente 2.409 frente a 670.
Al menos otra cuarta parte de los contratos que obligaron a población de esta provincia a trasladarse a otros lugares de España fueron para desempeñar trabajos en otras provincias de Castilla y León, principalmente en Valladolid. Por proximidad, a Zamora también se mudaron cientos de trabajadores (1.285), noventa más de los que llegaron desde esa provincia para ocupar un puesto de trabajo en Salamanca. Como territorios limítrofes, la movilidad geográfica de trabajadores también es muy dinámica con Ávila y Cáceres. A la primera, se «exportan» profesionales y de la segunda, se captan.
Solo una de cada cinco ofertas de trabajo de la provincia acaba en la contratación de profesionales que residen en otros lugares de España. De los 86.677 contratos firmados en 2024, el 79% (68.833) fueron para salmantinos. La movilidad geográfica por motivos de trabajo es mayor entre los hombres. En 2024 se fueron se Salamanca más trabajadores varones (9.998) de los que llegaron (9.434), mientras que, entre las mujeres, ocurrió lo contrario: se atrajeron más (8.409) de las que abandonaron la provincia (7.378).
Por otra parte, casi uno de cada cinco profesionales de otras provincias que captó el mercado laboral salmantino el pasado año eran extranjeros. El 19% de los 17.843 contratos a trabajadores llegados de otros puntos de España, concretamente 3.358, fueron para personas nacidas en otros países.
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