El Ayuntamiento de Salamanca ha solicitado al Ministerio de Turismo tres de los 139 millones de euros de fondos europeos «Next Generation» que distribuirá entre entidades locales para la mejora de la competitividad y la dinamización del patrimonio histórico con uso turístico. Compite por esta financiación para reconvertir en estación de arte rupestre parte de las 44 hectáreas que recibió de Defensa en 2003 y que continúan sin uso. Entre las actuaciones que se acometerían en los próximos tres años —la convocatoria exige que las obras acaben antes de marzo de 2026—, destaca la rehabilitación de parte de los antiguos túneles militares, abandonados y vandalizados durante años, para que los visitantes puedan acceder a ellos desde un futuro centro de interpretación dedicado al Paleolítico. También se protegería con vallas y se haría accesible a las visitas el caballo bicéfalo piqueteado en la roca hace más de 25.000 años, así como el resto de grabados del Paleolítico y pinturas prehistóricas que se localizan en ambas márgenes del Tormes en la zona de La Salud. Estos relevantes hallazgos que conforman el yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), se encuentran totalmente expuestos y solo la dificultad que conlleva dar con ellos y reconocerlos los salvaguarda de los ataques vandálicos, pero no de las adversidades meteorológicas.
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La documentación remitida desde el Ayuntamiento al departamento que dirige el ministro Héctor Gómez proyecta la restauración del antiguo edificio que los militares destinaban al cuerpo de guardia para reconvertirlo en mirador y observatorio astronómico. A cuatro viejas garitas o casamatas para artillería, que acumulan basura y restos de botellones en su interior, se les daría una nueva vida como observatorios ornitológicos.
Por otro lado, una cuarta parte del presupuesto del proyecto se destinaría a reconvertir esta gran extensión de terreno en un nuevo «eco-parque» de la ciudad. Además de restaurar la vegetación autóctona de la zona y eliminar las escombreras y construcciones ruinosas que «salpican» estos terrenos, los técnicos municipales proyectan la construcción de senderos peatonales y ciclistas que enlacen el Polvorín de Tejares y La Salud con el centro de la ciudad —casi 3,5 kilómetros los separan del Puente Romano—. Entre ellos, un carril bici desde el barrio Buenos Aires que pueda servir, a su vez, de enlace entre la capital y Doñinos. A todo ello, se sumaría la instalación de alumbrado y la construcción de zonas de aparcamiento con sistemas inteligentes que permitan su gestión remota, y en los que se ofrezca también información al turista.
Dado que la necesidad urgente de proteger elementos del patrimonio histórico es uno de los puntos que el Ministerio primará a la hora de repartir las ayudas entre los consistorios candidatos, el Ayuntamiento insiste al Ministerio en que «el aislamiento actual de la estación rupestre y su desprotección física ya han originado los primeros desperfectos por actos de vandalismo con daños irreparables, cometidos en el abrigo del Marín sobre las pinturas post-paleolíticas».
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