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Los tradicionales encierros de San Fermín han vuelto a las calles de Pamplona un año más. En las calles de la ciudad se reúnen curiosos que quieren vivir estas famosas fiestas que provienen de diferentes partes de España e, incluso, de otros países. No se quedan atrás los salmantinos que visitan la ciudad para celebrar a su patrón, para cantar el «A San Fermín pedimos», vivir el famoso 'chupinazo' y correr junto a los toros por las rúas de Pamplona.
Jaime González es uno de los jóvenes charros que no se pierde estas fiestas desde que cumplió los 18 años. Ahora, a sus 24, reconoce que es una de sus celebraciones favoritas. «Es una experiencia máxima, una locura. Yo creo que toda persona, por lo menos toda persona que viva en España, tendría que ir al menos una vez en la vida a San Fermín porque, sin duda alguna, son las mejores fiestas que hay. Son como las fiestas de cualquier pueblo, pero a lo grande», reconoce este salmantino.
A pesar de que sufrió una cogida en uno de los encierros de San Fermín, en el año 2018, este salmantino no ha dejado de vivirlos de la misma manera. «Con la adrenalina del momento, casi no me estaba enterando de lo que me estaba pasando. En el momento en el que me tumbaron en la camilla los efectivos de la Cruz Roja, fue cuando me percaté de la cornada y de la gravedad que podía tener. Estuve varios días ingresado, pero la verdad es que tuve una muy buena recuperación», explica Jaime recordando ese fatídico encuentro con uno de los toros durante el encierro.
«Un 7 de julio normal allí consistiría en levantarse, ir al encierro pronto, y después de cambiarte y darte una ducha, sales a almorzar, que es algo muy típico por allí. El resto del día lo pasas prácticamente entero por la calle, tomando algo. De hecho, el primer día estuvo lloviendo casi todo el tiempo pero, cada vez que paraba, aunque solo fueran cinco minutos, las calles se llenaban de gente», afirma Jaime sobre lo que ha vivido este año.
Jesús Mesonero también es otro de los salmantinos que repite este año en las fiestas pamplonesas. «San Fermín significa adrenalina y emoción. En realidad, estás esperando todo el año a que lleguen estos días para correr los encierros», explica este salmantino de 23 años.
«Son días de mucha alegría pero también de miedo. Los momentos previos a correr en el encierro son inexplicables. Miedo tiene todo el mundo que corre en el encierro», cuenta Jesús, quien lleva corriendo estos encierros desde 2019 y se considera todavía «nuevo» en estas fiestas.
Ambos salmantinos afirman que correr en estos encierros es una experiencia «que no se puede comparar con nada más. El peligro que sientes mientras corres, es real».
«En los encierros, tienes una sensación de encapsulamiento que no hay en ningún otro encierro de España.Yo voy a varios encierros, por la zona de Salamanca, y en ningún sitio sientes esa sensación de estar como encerrado entre cuatro paredes, como pasa en Pamplona», explica Jaime.
«El resto del día, Pamplona es muy festivo. Se celebra que es San Fermín y se celebra absolutamente todo el día. Desde el primer año que vine a estas fiestas, fue algo que superó mis expectativas, sobre todo los encierros», explica Jesús, que además afirma que seguirá volviendo a estas fiestas todos los años que pueda.
Las fiestas de San Fermín también cuentan con los novatos que visitan la ciudad por sus fiestas por primera vez. Es el caso de Alba Pérez, otra de las salmantinas que está en Pamplona estos días. «Es la primera vez que vengo con mis amigas y me está gustado mucho. La única pega que le pongo es que son días con un poco de agobio por toda la gente que hay», explica Alba.
Esta salmantina reconoce que no corre los encierros. «Prefiero ver a los toros desde fuera. Son más grandes de lo que parecen en televisión», afirma.
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