La Salamanca que huele a petróleo y marisco

Salamanca, España, es la primera ciudad que lleva ese nombre pero no la única. Hasta un total de seis Salamancas se pueden encontrar si se viaja por América de norte a sur, pasando por Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Chile, Panamá y México.

Esta última, ubicada en el estado de Guanajuato es una de las más conocidas en el mundo más allá de la ciudad española. La historia de Salamanca está marcada por su papel estratégico en la Nueva España. Su fundación se remonta al 1 de enero de 1603, cuando, bajo autorización del virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo, Conde de Monterrey, se estableció como una villa para fortalecer la seguridad del Camino Real de la Plata. Este importante corredor comercial, que conectaba las minas de Guanajuato con el centro del virreinato, era constantemente asediado por grupos chichimecas, lo que llevó a la Corona española a fomentar la creación de asentamientos en la región. Salamanca surgió como una de estas estrategias de consolidación territorial, ubicándose en una zona rica en pastizales, lo que favoreció el desarrollo de la ganadería y la agricultura.

Durante el virreinato, la introducción del ganado mayor y menor transformó el paisaje del Bajío, convirtiendo a Salamanca en un punto clave para la producción agropecuaria. Con el paso del tiempo, la ciudad fue creciendo y adaptándose a los cambios políticos y económicos de México, manteniendo siempre su esencia como un centro de actividad productiva y comercial.

En la actualidad, Salamanca es una ciudad palpitante que ha sabido equilibrar su crecimiento económico con su riqueza cultural. En 2020, su población alcanzó los 273.417 habitantes, con una ligera mayoría de mujeres. Durante la última década, el crecimiento poblacional ha sido constante, mostrando su potencial como tierra de oportunidades.

La economía de Salamanca se ha fortalecido gracias a su sector industrial, especializado en la industria petroquímica, aquella que se encarga de transformar el petróleo crudo o gas natural en materiales útiles. Importantes refinerías han sido un motor clave en la región, atrayendo inversiones y generando empleo.

Además, la industria automotriz ha encontrado también un hogar en la ciudad, de hecho, por contextualizar la diversificación e importancia comercial e industrial de la ciudad, en 2023, las ventas internacionales de Salamanca superaron los 3.800 millones de dólares, con un notable incremento del 46,4% respecto al año anterior. Los productos más exportados incluyen partes y accesorios de vehículos automotores o verduras frescas o refrigeradas.

Mientras que en Salamanca (España) el Lunes de Aguas es la fiesta más importante, una de las festividades más conocidas de esta localidad mexicana tiene lugar cada 25 de agosto y se llama la Fiesta de San Agustín. En ese día la ciudad se llena de colores y devoción con misas, procesiones y fuegos artificiales.

La Semana Santa también es importante allí y los habitantes participan en la representación de la Pasión de Cristo, mientras que el Carnaval de Nativitas, anterior al Miércoles de Ceniza, se convierte en una explosión de alegría y música. La Fiesta de la Preciosa Sangre del Cristo, que se celebra desde el siglo XVIII en la Parroquia del Señor del Hospital, atrae a fieles y visitantes.

El turismo en Salamanca ofrece experiencias que combinan naturaleza, historia y arquitectura. Lugares como la Peña Sola, la Parroquia Antigua y la Cañada de Ortega permiten hacer un viaje por la historia y la cultura de la ciudad.

Además, la gastronomía salmantina es una delicia para los sentidos. Las famosas tortas panteoneras son el buque insignia de este lugar y combinan entre pan y pan una mezcla de pierna de cerdo, chorizo, requesón, aguacate, lechuga, jitomate, cebolla y chiles en vinagre.

El pozole, un caldo tradicional mexicano; los tacos y los mariscos se suman a la oferta gastronómica de esta localidad en la que no puede faltar la refrescante nieve de pasta, un postre suave que incluye en su receta leche, azúcar, vainilla, almendras y un toque de canela.

Sin duda, Salamanca (México) es otra gran ciudad que merece la pena vistar por sus importantes atractivos culturales y gastronómicos. Con un pasado arraigado en la historia de México y un presente impulsado por la industria y la cultura, se ha convertido en todo un referente de Guanajuato.

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