Salamanca, entre las peores provincias de la Comunidad para acoger empresas

Alerta roja en Salamanca. La provincia se encuentra entre las peores situadas de Castilla y León para acoger empresas debido a la falta de suelo industrial disponible. Un obstáculo para la creación de empleo y de gran gravedad, ya que la promoción de nuevos polígonos requiere tiempo. Salamanca cuenta con poco más de medio millón de metros cuadrados disponibles, una cuarta parte de lo que tienen León o Valladolid, por ejemplo, y una octava parte de los que dispone Burgos.

El informe anual del Consejo Económico y Social de Castilla y León refleja a la perfección la carestía de suelo industrial en la provincia. A cierre de enero, solo había 522.1936 metros cuadrados disponibles, solo mejor que Ávila y Zamora, que se quedan en el entorno de los 470.000. Las diferencias con otras provincias de la Comunidad resultan abismales. León cuenta con 2.062.000 metros cuadrados, mientras que Valladolid dispone de 2.097.000. Burgos se lleva la palma con más de 4,1 millones de metros cuadrados.

La falta de suelo no es el único problema. También dónde está. Casi el 40% se encuentra en Sancti Spiritus, en el área industrial que promovió el Gobierno a principios del siglo XXI. Después de más de una década en servicio, aún hay casi 200.000 metros cuadrados disponibles, ya que su ubicación no atrae a las empresas, ni siquiera con las continuas rebajas de precios que ha aplicado la empresa pública SEPES. El resto de suelo disponible se encuentra en polígonos privados.

La promoción de nuevas áreas industriales solucionaría estas dificultades a medio plazo. Sin embargo, las iniciativas en proyecto que hay en Salamanca siguen lejos de situar a la provincia a la cabeza de Castilla y León. Las iniciativas que hay en marcha suman 3,6 millones de nuevos metros cuadrados, lejos de los más de 14 millones que están en desarrollo en Valladolid, los 10 millones de Burgos o los más de 8 de León.

El viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta, Carlos Martín, reconoció hace un año el grave problema de Salamanca por la falta de suelo disponible para las compañías que se quieran asentar. Y más en un momento en el que hay sectores en auge, como el de logística, que cada vez necesitan más espacio para desarrollar su actividad. “El coste de no tener espacio para el sector logístico es muy alto. Se están perdiendo puestos de trabajo en el comercio que no se están creando por esta vía”, subrayó Carlos Martín, que apostaba por modificar la idea tradicional de polígono.

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