Los salmantinos han amanecido en la mañana de este viernes con un fuerte hedor que invadió la capital desde la noche del jueves. Su origen radica en una fábrica de grasas ubicada en el término municipal de Doñinos de Salamanca que ha generado un importante volumen de quejas desde hace meses en Villamayor, especialmente en la Urbanización La Vega.
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El viento trasladó la pestilencia hacia la capital a última hora del jueves, manteniéndose hasta primera hora de este viernes.
«Llevamos tres o cuatro meses sufriendo esta situación, pero ahora ya no somos solo nosotros», lamenta el alcalde de Villamayor, Ángel Peralvo, en relación a que el malestar se ha extendido a la capital. «Villamayor es la localidad más afectada, pero el olor ha llegado a Castellanos de Villiquera», añade.
El primer edil de la localidad armuñesa recuerda que ha solicitado a la Junta de Castilla y León la revisión de la autorización ambiental de la fábrica de grasas y que realice mediciones «en continuo».
Insiste en que los episodios de hedor son cada vez más frecuentes y con mayor intensidad, frecuentemente a horas fuera de la jornada habitual de trabajo y en las que se ejecutan los controles. «Por la mañana se diluye, pero por la tarde y la noche es horroroso».
Por otro lado, recuerda que ha mantenido reuniones con responsables de la empresa origen del problema y que ahora el Consistorio aborda un seguimiento de la situación junto a la Asociación de Vecinos de la Urbanización La Vega, «si es oportuno, tramitaremos demandas».
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