
Salamanca ya ha activado el protocolo cofrade que engalanará la ciudad de Semana Santa durante los próximos quince días. Desde hace meses las hermandades han hecho llegar sus peticiones al Ayuntamiento de Salamanca para que todo esté listo en una labor que implica a todas las concejalías. Este lunes comenzó la colocación de las balconeras de terciopelo morado en la Rúa, como una de las principales calles cofrades. Permanecerán allí hasta el 21 de abril.
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Dentro de la retirada de elementos que pueden afectar a las procesiones, se procederá a la retirada del andamio de la Catedral Nueva, necesario para las obras de ampliación de Ieronimus En concreto, tal y como confirman fuentes catedralicias, el andamio comenzará a desinstalarse este miércoles y como mucho estará retirado en 48 horas. La estructura tiene más de 40 metros y ocupa toda la Portada del Nacimiento. Su instalación se produjo a mediados de octubre dentro de unas obras muy esperadas.
Las rampas es otro de los elementos visibles más característicos que ya están instalados. Los operarios remataban ayer la colocación del elemento para salvar los peldaños de la Clerecía en el acceso de la calle Serranos, así como los de la Catedral (de 3,20 metros de ancho), San Esteban y Purísima —necesaria ya desde el jueves pasado para el traslado—. También se ha instalado una entre la plaza de Anaya y Tostado.
Desde el Consistorio salmantino se retira todo material de mobiliario urbano que esté en los itinerarios: vehículos, contenedores, terrazas, jardineras, así como la basura que haya acumulada en los depósitos soterrados. Asimismo, los operarios también han revisado baldosas, bordillos, adoquines y todos los elementos que pudieran ser causantes de tropiezos o cualquier daño, en todos los desfiles, según informan fuentes municipales.
En concreto, también se hace una revisión general y poda, en su caso, de las ramas de los árboles por donde pasan los desfiles procesionales para evitar que las imágenes se enganchen y se rocen. La configuración de los desfiles obliga también a retirar dos farolas de la calle Calderón de la Barca con Libreros, así como la luminaria situada frente a la Casa Museo Unamuno.
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Entre las peticiones de algunas cofradías se encuentra el apagado de las luces en determinados momentos para ganar en recogimiento. Esto ocurre en el regreso de Nuestro Padre Jesús de la Redención en la plaza del Concilio de Trento o en el paso de la Hermandad Franciscana por la calle Traviesa con la única iluminación de las antorchas. La calle Compañía queda completamente a oscuras para recibir al Cristo de los Doctrinos el Lunes Santo, al igual que en el regreso de Jesús Flagelado antes de entrar en La Clerecía. Las luces de la calle San Pablo se apagarán al paso del Cristo Yacente de la Misericordia y el Cristo de la Agonía Redentora en el tramo desde la calle Tostado hasta la plaza de Colón.
Los edificios de los edificios circundantes a la Catedral, a excepción de la basílica, se apagarán para ver la salida tan esperada de Nuestra Señora de La Soledad. Aunque no sonará el 'Ave María', las luminarias de la Plaza Mayor se ensombrecerán al paso de la Virgen.
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Para garantizar que las personas con problemas de movilidad puedan ver la salida de las procesiones desde el primer momento, el Consistorio acotará un espacio situado estratégicamente para evitar que haya público delante. Del mismo modo, y junto a la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños se procederá a colocar un vallado en la zona izquierda del atrio de la Catedral para facilitar que mayores de residencias puedan ver la procesión en primer plano, una de las novedades del proyecto 'Vivir' que se estrenará este año. El Consistorio también es clave para que fructifiquen el resto de acciones de 'La Borriquilla' como el vallado en el Patio de Escuelas para que haya un espacio reservado para personas con autismo y discapacidad auditiva en el tramo sin ruido.
Al margen de peticiones específicas, el Ayuntamiento tapa las señales de tráfico, en aquellos casos que no afecten a la seguridad vial. Está previsto que se cubra un centenar de señales de tráfico con una tela de arpillera -que imita el color de la piedra de Villamayor- en los itinerarios de las procesiones.
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Algunas cofradías han pedido a la Policía Local que eviten la presencia de público en algunos puntos que, por su estrechez, no entran los pasos. Es el caso de la subida de Tentenecio que realizan tanto Amor y Paz como la cofradía de la Oración en el Huerto de los Olivos. Lo mismo ocurre en el cruce complicado de la calle Calderón de la Barca con la calle Libreros de la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños.
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