Sacyl inyectará una nueva vacuna a finales de mes y solo a mayores de 60

Tras un Consejo Interterritorial en el que -como de costumbre- se esperaba mucho, pero no se concretó nada, la única certeza que le queda a los ciudadanos de Castilla y León es que la nueva vacuna frente al covid, actualizada contra nuevas variantes, solo se administrará a las personas mayores de 60 años. Sacyl empezará por los mayores de 80 años, o personas que viven en residencias de ancianos, y después continuará con los mayores de 60 años. En ningún caso, a los menores de 12 años -como se había especulado- ni de forma generalizada “salvo que la situación de la pandemia diera un inesperado giro a peor y fuera necesario”, apuntan.

El Gobierno le ha comunicado a las autonomías que a lo largo de este mes está prevista la llegada de 10 millones de dosis de vacunas ya adaptadas a nuevas variantes, y que se comenzarán a inocular a partir de la segunda quincena de septiembre, en una fecha que no obstante está aún pendiente de concreción.

Las vacunas que empezarán a llegar son las adaptadas de Pfizer y Moderna, aunque la ministra ha confiado en que también la de Hipra se pueda incorporar al calendario vacunal una vez aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). “Estamos muy esperanzados”, ha dicho Darias al respecto.

La ministra de Sanidad considera que España se encuentra en una situación “razonablemente óptima para afrontar el otoño y el invierno” debido a que la incidencia del coronavirus entre los mayores de 59 años es ahora de 151 casos por cada 100.000 habitantes y los datos de hospitalización son los menores de toda la pandemia.

Antes de que se reciban las vacunas habrá que decidir dónde se va a inyectar. La voluntad de la Consejería de Sanidad es la de -en la medida de lo posible- no volver a ocupar pabellones y grandes recintos porque esto implicaría paralizar la actividad habitual de estos recintos.

Existe la opción de vacunar en los centros de salud en los que cada paciente tenga su tarjeta sanitaria, pero sería necesaria una mejor organización -sería clave aumentar el personal destinado a la vacunación- para evitar el descontrol del pasado año: largas colas a las puertas de los centros de salud y considerables retrasos respecto a la hora que se les había indicado, también porque los pacientes no se ceñían al horario que se les había asignado.

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