Los 'riders' pactan irse de San Martín y nueve horas de acceso a la zona peatonal

El colectivo de repartidores a domicilio de Salamanca, conocidos como 'riders', ha pactado acabar con la mala imagen que generan las decenas de profesionales que esperan los pedidos en las escaleras de la iglesia de San Martín, en la plaza del Corrillo.

Desde el lunes pasado el grupo se organiza para abandonar el espacio después de las denuncias presentadas por los vecinos y negocios cercanos por la concentración de trabajadores, así como de sus patinetes y bicicletas.

Utilizarán como punto alternativo una isla de carga y descarga en la próxima calle Juan del Rey, donde se prevé habilitar aparcabicis y zona para dejar los patinetes con seguridad mientras recogen los pedidos.

Así se acordó en la última reunión mantenida con representantes de Policía del Ayuntamiento de Salamanca esta misma semana, en la que se abordaron otras cuestiones relacionadas con los nuevos puntos de parada autorizados para riders, así como los itinerarios que se les autorizará en la zona peatonal fuera del horario de carga y descarga, una vez que las cámaras de control de acceso a este espacio de la ciudad empiecen a sancionar desde el 1 de julio.

Según fuentes cercanas al colectivo, se registrarán en la plataforma de gestión de paso las matrículas de sus vehículos, principalmente coches y motocicletas.

Además de durante el horario de carga y descarga, de 7:00 a 11:00 horas, podrán circular de 12:00 a 16:00 horas y de 19:00 a 00:00 horas, coincidiendo con su horario de mayor actividad, dándose de alta en la plataforma como colectivo.

Accederán a este espacio por itinerarios establecidos, que aún se deben perfilar, y podrán usar las islas de carga y descarga que ya están operativas, además de la nueva parada de la calle Juan del Rey.

Aunque el compromiso es que dentro de dos semanas esté despejada la plaza del Corrillo, ayer por la tarde ya se podía ver la zona completamente vacía a la hora de la comida.

La solución a la que han llegado las partes sienta precedente en la gestión de la actividad de los rider en espacios peatonales de las ciudades.

Al centrar su trabajo fundamentalmente en el reparto de comida, la mayoría de su actividad se desarrolla fuera de la franja de carga y descarga. La solución de considerarles como a otro colectivo de trabajadores para autorizarles el acceso les permitirá desarrollar su labor, tiendo muy en cuenta que la prioridad de paso y la preferencia en estos espacios siempre la tienen los peatones.

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