El radar de Doñinos se afianza como el más multón de Salamanca

Lo que parecía una excepción por un cambio normativo se ha consolidado en el tiempo: el radar de tramo fue el más 'multón' de 2023. El dispositivo de tramo de la CL-517 que vigila los 12,5 kilómetros de carretera entre Doñinos y Golpejas multó a 7.718 conductores, la cifra más alta de los ocho instalados en la provincia y siete de cada diez multas detectadas en las carreteras y autovías de la provincia (10.607). Son 1.780 sanciones menos que en el año anterior cuando la eliminación del margen de 20 kilómetros por hora para adelantar en carreteras convencionales entró en vigor en mayo de 2022 y sorprendió a parte de los conductores habituales. Antes de que entrara en vigor esta norma, la cifra de multas en 2021 no llegó a las 600 sanciones.

El director provincial de Tráfico de Salamanca, Miguel Moreno, destaca que se haya producido un descenso del 20% en las infracciones, aunque considera que aún hay mucho espacio para la mejora en una zona en la que, según defiende, desde que se ha puesto en marcha el dispositivo se ha reducido la cifra de accidentes en una carretera de Vitigudino que registraba una alta siniestralidad. En el momento que de media se supera en este tramo los 90 kilómetros por hora el radar salta y emite la sanción al haber desaparecido un límite para adelantar que, para Moreno, también era una importante causa de siniestralidad ya que gran parte de los accidentes se producían en estas vías.

Si el radar de Doñinos se ha colocado en la cúspide de los más 'multones', el que definitivamente se ha salido de esta carrera ha sido el de la A-66 situado en la rotonda de Buenos Aires. Este dispositivo llegó a colarse entre los 25 que más multaban del país y durante el pasado año solo emitió 656 sanciones. En solo tres años ha pasado de poner 19.777 en 2021, bajar a los 4.357 en 2022 y desplomarse por debajo del millar este pasado año. ¿A qué se debe este descenso tan acusado? Moreno lo justifica en la amplia rotación que existe entre los dispositivos por toda Castilla y León. Sin embargo, según señala, esto no significa que se conozca cuándo está o no la 'caja llena', ya que la rotación no es regular para evitar que los conductores quieran esquivar las multas. De hecho, para el responsable de Tráfico el radar de Buenos Aires cumple una función importante «disuasoria» esté o no el dispositivo en su interior. Ni siquiera los responsables provinciales saben cuándo está programado que esté el dispositivo dentro de la caja.

El desplome ha sido de tal magnitud que el de Buenos Aires cae también de la segunda posición por el situado en la A-62 junto a Castellanos de Moriscos que ha 'cazado' a 1.642 conductores, 300 menos que en el año anterior o el ubicado en la frontera entre Parada de Rubiales y Cañizal que multó a 344 vehículos.

Las sanciones por exceso de velocidad no solo han sido patrimonio de los radares fijos. Los controles realizados por la Guardia Civil de Tráfico con los dispositivos móviles ha alcanzado la cifra más alta de los últimos años superando las 24.000 infracciones, con un aumento significativo del 74% en aquellos en los que los agentes paran a los conductores tras detectarle el exceso de velocidad (1.384 multas más) una pequeña reducción del 5% en aquellos en los que la notificación por haber superado la velocidad marcada en cada vía llega al domicilio del conductor: son las más habituales con 20.788 sanciones, el 63% de todas las infracciones de cualquier tipo que se registraron en la provincia de Salamanca.

Si la comparación se hace con la prepandemia, la diferencia es aún mayor. Tanto en parada como como sin ella se sancionó a 12.549 conductores por parte del Instituto Armado, un dato que es casi la mitad de las multas que se están imponiendo en la actualidad. Incluso en la pandemia con las restricciones del confinamiento se superaron esos datos a pesar de que durante los primeros meses estaba prohibido salir del territorio de cada provincia, debido a que el exceso de velocidad fue una de las sanciones que más se impusieron tras levantarse las prohibiciones. La Jefatura Provincial de Tráfico lo constata: desde el fin de la pandemia se pisa mucho más el acelerador y por el momento no hay freno, a la vista del récord histórico que se ha constatado.

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