Salamanca es el epicentro de un proyecto que pretende modificar a nivel nacional la atención de las mujeres que sufren adicciones y, además, violencia de género.
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El Edificio Histórico de la Universidad ha acogido en la mañana de este jueves el inicio del «Proyecto GPS: comunidades generadoras de saberes, participativas y sociales», en el que participan 30 asociaciones del tercer sector de Salamanca, así como instituciones públicas, privadas y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, desde la Policía Nacional a la Guardia Civil y a responsables de la cárcel de Topas.
Se ha desarrollado la primera reunión de una serie para que todas las entidades conozcan y apliquen un protocolo de actuación a personas con este doble perfil, «una intervención específica para mujeres con adicciones porque tienen unas características diferentes al resto», ha especificado la diputada Eva Picado, también miembro del Centro de Investigación de Recursos Humanos de la Universidad de Salamanca.
Este centro es uno de los grandes protagonistas de esta iniciativa, que nació a instancias de UNAD Red de Atención a las Mujeres y que agrupa a más de 300 entidades del tercer sector a nivel nacional.
Ha sido el encargado de investigar cómo se detectan estos casos de mujeres doblemente victimizadas y de elaborar un protocolo de detección implícita que comenzó a aplicarse en Murcia como proyecto piloto y que ahora echa a andar en Salamanca, para después irradiar hacia el resto de España.
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Por otro lado, la Universidad de Salamanca va a tener un papel asesor y de coordinación con la participación de 40 profesores de 20 áreas deferentes, según ha señalado Nieves Sanz Mulas, catedrática de Derecho Público General durante le acto inaugural en el que ha participado también el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias.
En su discurso has destacado la necesidad de crear «espacios más seguros para las mujeres más vulnerables» y ha sido especialmente vehemente a la hora de exigir soluciones más operativas para estas mujeres, «que se quejan de ir de ventanilla en ventanilla».
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Precisamente este es uno de los objetivos del trabajo en red y del conocimiento y aplicación del protocolo de actuación desarrollado en Salamanca, según la diputada Eva Picado.
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