Cristina Huerta en Senegal en una actividad con uno de los niños.

Un proyecto de recolecta de ropa para niños de Senegal: «Son obligados a mendigar»

La salmantina Cristina Huerta ha organizado un proyecto de recogida de ropa infantil para los niños de Senegal hasta el 15 de noviembre en las diferentes asociaciones vecinales

María Regadera

Salamanca

Sábado, 19 de octubre 2024, 11:09

Hay situaciones crueles invisibles a los ojos, que se revelan cuando uno mismo se atreve a descubrirlas. Esto mismo le ha ocurrido a Cristina Huerta, una fisioterapeuta de 27 años que, desde niña, soñaba con ir de voluntariado a África para convivir con otras realidades. La salmantina ha realizado voluntariados en Uganda, en Costa Rica y, este verano, en Senegal. Su última experiencia dentro de un proyecto con niños 'talibés' de esta zona del continente africano le ha marcado profundamente. Esta realidad le ha llevado a crear un proyecto en Salamanca de recogida de ropa para poner su granito de arena en mejorar la situación de estos jóvenes. Según traslada Huerta, los jóvenes de Senegal con los que estuvo trabajando acuden cada día a las 'daaras', unas pequeñas instituciones educativas donde cientos de miles de niños estudian el Corán y 'sobreviven' en condiciones infrahumanas inmersos en situaciones de pobreza extrema y con escasa higiene.

Publicidad

Por si esta situación no fuera poco, los niños 'talibés' están expuestos a abusos sexuales, palizas, explotación y y mendicidad forzada por parte de sus maestros en estas escuelas coránicas. «Muchas de las 'daaras' o escuelas son cuatro muros de ladrillo y no hay techo, no hay luz, no hay agua ni baños. Gracias al proyecto en el que colaboramos estamos consiguiendo comprar algún colchón para los niños, ya que duermen en el suelo, hacinados y al intemperie en muchas ocasiones, independientemente de las condiciones meteorológicas», explica la salmantina voluntaria.

Una de las cosas que más impactó a la joven fue la severa escasez de ropa para los niños, que en muchas ocasiones no pueden cambiarse hasta pasados 15 días. «Cuando llegué y vi que los niños no tenían ropa se me cayó el alma al suelo. Los obligan a mendigar y los veías por las calles calados y temblando de frío. En el proyecto en el que colaboré hay 400 niños y, por desgracia, solo pueden cambiarles de ropa cada 15 días», explica Huerta. La joven, a su regreso de Senegal, comenzó a recolectar ropa infantil, de 3 a 14 años, para distribuir personalmente entre los niños, ya que volverá al proyecto este mes de diciembre: «Yo soy la primera que tiene en el armario más ropa de la que necesita. Regresé del voluntariado con un proyecto en mente. Me preguntaba a mi misma cómo puede ser que haya gente que no tenga nada, mientras a nosotros nos sobra todo», asegura la voluntaria.

Cristina se puso en contacto con Fevesa a su vuelta de Senegal. Los donantes pueden depositar su ropa en las diferentes sedes de asociaciones vecinales de toda la ciudad, también en la de Fevesa, situada en la plaza Maestro Luna, 11. Se llevará a cabo hasta el 15 de noviembre.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad