Propuesta para elaborar un plan de suspensiones ante la lluvia por Semana Santa

El clima mayoritario entre los hermanos mayores de la Semana Santa de Salamanca era de decepción. Incluso entre aquellos que habían hecho su procesión sin la amenaza de la lluvia, también tenían en mente a todos aquellos que se tuvieron que quedar en sus sedes.

El hermano mayor de la Dominicana, Delfino Montero, uno de los perjudicados a causa del tiempo, plantea la creación de un plan ante las suspensiones. « Este año tan doloroso para las hermandades tiene que servirnos de experiencia para que desde la Junta de Semana Santa se elaboré un protocolo de suspensiónes para evitar errores y que todos caminemos de la misma linea, entendiendo que cada hermandad tiene su idiosincrasia y plenos derechos para actuar como vea conveniente», detalla a la vez que agradece a sus hermanos y a los devotos «la comprensión» ante la decisión tomada así como a los devotos a los que se abrió la puerta de San Esteban.

En la misma línea, José Manuel Canal, en su doble función de hermano mayor de Flagelado y director musical de la Agrupación Musical Virgen de la Vega, pide que la Junta de Semana Santa tenga «potestad» para ayudar a las hermandades a decidir en un momento en el que los hermanos mayores suelen tener presión de sus propios hermanos. «Es importante que la Junta tenga más poder en caso de las cancelaciones porque si se producen actos arriesgados y esas imágenes se dañan, la Junta ayuda en las restauraciones y esas las pagamos todos». En referencia a la actitud de las hermandades que decidieron arriesgar, como el caso de La Soledad en la que participaba musicalmente, reconoce que «no hubiera salido» si él hubiera que tenido que tomar la decisión: «Estaba claro. Llovía mucho y nosotros lo sentimos en nuestros uniformes y partituras». Gregorio García, del Vía Crucis, plantea que la Junta fomente la unidad de las cofradías, independientemente de su idiosincrasia.

Entre los que esperaron se encuentra Agustín Calvo que se estrenaba de hermano mayor en la Oración en el Huerto, que solo salió a la calle cuando tuvo la certeza de que no habría precipitaciones. «Se vivieron momentos de muchos nervios porque en el momento de la salida comenzó a llover, incluso a granizar, pero después no se esperaba más lluvia hasta pasada la media noche, decidimos retrasar la procesión y esperar hasta que dejase de llover haciendo un recorte en el itinerario para que tanto los cofrades, como la gente que esperaba para vernos, pudiese disfrutar de nuestro Cristo».

Roberto García, del Yacente, recuerda que a la hora de tomar la decisión se tuvo en cuenta «todos los escenarios posibles» y cuando cesó la lluvia se optó por «un desfile breve y sin paradas que nos satisfizo enormemente» ya que era el viento el fenómeno más perjudicial. En caso de lluvia, señala que debe priorizarse a los hermanos. «Quizá, no lo estemos vigilando demasiado y conviene reflexionar sobre ello si no queremos quedarnos solos». Plantea la creación de un canal oficial por parte de la Junta de Semana Santa que ofrezca «información veraz e inmediata» de los cambios que se producen en caso de lluvia.

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