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No hay provincia en Castilla y León en la que los jóvenes tengan que apretarse más el cinturón para pagar el alquiler que en Salamanca. No solo porque tenga el alquileres medio más elevados de la región, sino porque los salarios de los menores de 35 no son precisamente los más altos. Así, si un joven quiere arrendar una vivienda para vivir solo, debe estar dispuesto a destinar el 63,7% de su sueldo a pagarlo, según los datos del segundo semestre de 2022 que acaba de publicar el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. En ninguna otra provincia de la Comunidad es necesario un esfuerzo tan elevado, aunque en Segovia (62,9%) se aproxima bastante. Ante esta realidad, para muchos jóvenes salmantinos la mejor opción es compartir piso. En ese caso, el pago del alquiler conlleva de media el 26,2% del salario. Y de nuevo esta vía de emancipación exige también en esta provincia un mayor esfuerzo que en el resto de Castilla y León.
Pese a todo, la emancipación resultaba más asequible cuando se realizó este informe que en el primer semestre de 2022. En él, los menores de 35 años debían destinar de media un 4% más de su sueldo (66,7%) para alquilar un inmueble en solitario, y un 1,2% más (27,4%) en el caso de optar por una vivienda compartida.
Conforme al estudio, adquirir una vivienda en propiedad deja más margen para hacer frente a otros gastos que alquilar. Un joven asalariado de Salamanca destinaría de media un 44,8% de su salario a pagar la cuota mensual de la hipoteca —un 4,84% más que doce meses antes—. No es la provincia de Castilla y León en la que más difícil lo tienen los menores de 35 para comprar una vivienda. El esfuerzo que tienen que hacer los vallisoletanos (45,5%) es mayor, pero en el resto de la Comunidad es inferior. El problema para convertirse en propietario no está tanto en las cuotas hipotecarias que en el caso de una familia acapararían el 22% de los ingresos mensuales, sino en la entrada. Para poder afrontar una compra un joven de la región debe tener ahorrado casi dos veces y media su salario anual, y en el caso de una pareja, 1,2 veces los ingresos anuales de ambos. El consejo apunta que un joven salmantino necesita ingresar como mínimo 17.787 euros al año para poder comprar una vivienda.
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