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Viernes, 4 de febrero 2022, 11:04
Es la pregunta que se hacen muchos de los salmantinos y turistas que pasan estos días por la Plaza Mayor. ¿Por qué no luce como siempre cuando cae la noche? Desde el pasado 12 de enero el monumento más representativo de la capital del Tormes se ha quedado sin iluminación artística. Esa que cuando se activa provoca un “ohhhhh” entre las personas que ocupan sus terrazas, charlan tranquilamente sentadas en los bancos o en el enlosado o simplemente pasean por ella. La única luz que hay actualmente es la que desprenden las cuatro grandes farolas interiores y las colocadas en los soportales. El motivo son los trabajos para sustituir las actuales lámparas halógenas, que habían quedado obsoletas, por otras tipo led. De estas forma el alumbrado artístico del ágora se adaptará a los nuevos tiempos y podrá lucir todavía más rutilante y espectacular.
Aunque el plazo de ejecución de los trabajos es de cinco meses, tal y como reza en el proyecto, el Ayuntamiento de Salamanca no descarta que la iluminación se pueda ir recuperando antes al realizarse la sustitución por fases. Estos trabajos conllevan una inversión de 474.000 euros y permitirán ahorrar en gasto energético y en mantenimiento, ya que las luminarias led son más eficientes y duraderas.
La instalación de la nueva iluminación se realizará atendiendo a las normas de conservación preventiva para la implantación de este tipo de sistemas en edificios históricos que, fundamentalmente, responden a su inocuidad, su reversibilidad y su idoneidad. De este modo, la fijación de los nuevos proyectores se realizará mediante abrazaderas a la rejería en unos casos y mediante planchas adheridas a la piedra en el caso de las cornisas. La instalación es fácilmente desmontable y las fuentes de luz utilizadas no contienen radiaciones ultravioletas ni infrarrojas.
En total, se instalarán 1.155 nuevos aparatos de alumbrado que supondrán un ahorro energético anual de 101.457,24 KWh/año. Además, dejarán de emitirse más de 25.000 kilos de CO2 al año.
Una ventaja muy importante que ofrecen las nuevas fuentes de luz es que su duración se estima entre las 50.000 y las 100.000 horas, frente a las 2.000 horas de las lámparas actuales. Este hecho reducirá al mínimo las tareas de sustitución que ahora se realizan prácticamente a diario, limitándolas fundamentalmente al mantenimiento de las instalaciones eléctrica y electrónica.
Cabe señalar que la actual iluminación de la Plaza Mayor se realizó en el año 2000, mediante proyectores con lámparas halógenas de luz cálida que dejaron de fabricarse en 2018. Los avances experimentados desde entonces permiten disponer ahora de fuentes de luz de tecnología madura y contrastada que permite disfrutar de opciones de color y fidelidad cromática, unidas a la mejor eficiencia.
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