La Policía impone más denuncias por drogas que por alcohol en Salamanca

Que Salamanca le lleve teniendo la guerra declarada al botellón desde el año 2012 no ha supuesto que, en la vía pública, se dejen de consumir bebidas alcohólicas o estupefacientes. Los controles policiales llevados a cabo en la capital tampoco han frenado la cantidad de procesos que, cada año, se abren con motivo de su consumo o por la tenencia ilícita de drogas. De hecho, en lo que va de 2023, la adquisición de alucinógenos se ha convertido en el fundamento de las denuncias policiales interpuestas en plena calle, superando a los procesamientos que se han abierto por la ingesta de bebida.

Desde que comenzó el año hasta el día de hoy, la Policía Local ha interpuesto un total de 260 denuncias por tenencia ilícita de drogas y 104 por consumir alcohol en la vía pública. Pese a que estas cifras todavía no han superado a las de 2022, cuando el año se cerró con 252 denuncias por consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y con 423 por la apropiación de estupefacientes, sí hay que destacar que los alucinógenos siempre traen de cabeza a los agentes que, cada noche, en la capital, tienen que lidiar con decenas de comportamientos incívicos.

El consumo y la tenencia de estas sustancias ha hecho que la Dirección General de Tráfico (DGT) ponga su foco de atención en los efectos secundarios que pueden darse a raíz de su consumo y, sobre todo, si se lleva a cabo antes de coger el coche.

Por este motivo, hasta hace apenas seis días, ha estado vigente una campaña de vigilancia con el objetivo de evitar que se alcanzaran, durante la operación salida de agosto, los datos nefastos que ya se contabilizaron el año pasado, cuando se produjeron 13 muertes por alcohol y drogas en los 121 accidentes mortales que hubo el año pasado en las vías interurbanas de la Comunidad. Dos de esos fallecidos murieron en la provincia de Salamanca.

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