Una poderosa Nicole Kidman solo quiere que la dominen

Pese a que la brasileña Fernanda Torres se impusiera en la categoría de mejor actriz (drama) en los Globos de Oro, nadie debería descartar a Nicole Kidman para los próximos Oscar, que se anuncian el jueves 23 de enero. La australiana (1967), que ya ganó una estatuilla en 2002 con Las horas y ha sido candidata en otras cuatro ocasiones, se entrega en cuerpo y alma a uno de los papeles de su vida en Babygirl. El de una mujer poderosa y a la vez confundida y vulnerable: una prestigiosa ejecutiva y madre de familia que, pese a todo, se siente insatisfecha en su vida sexual. Con su marido (Antonio Banderas) nunca lleva a la práctica su mayor fantasía: que la dominen.

Hasta que en su empresa empieza a trabajar un becario muy atractivo que la provoca (Harris Dickinson, el modelo de El triángulo de la tristeza, de Ostlund). Y ella entra al trapo. Y arriesga su carrera y su vida personal por una relación prohibida y secreta. Premio a mejor actriz (Copa Volpi) en el último Festival de Venecia, Babygirl puede verse ya en las salas de Van Dyck y Van Dyck Tormes.

Este thriller erótico da una vuelta de tuerca a filmes de los años 90 como Instinto básico y Atracción fatal, que reducían siempre a la mujer como culpable o como femme fatale. En cambio, la directora neerlandesa Halina Reijn (1975) plantea una relectura del género en clave feminista. Habla del deseo, las necesidades físicas de las mujeres, los roles, la jerarquía de poder, la ansiedad por el paso del tiempo y la edad, el consentimiento, los valores familiares como cortapisas… Compleja, escurridiza y valiente, Babygirl acierta al no juzgar a ninguno de los protagonistas, por más que cometan errores y estén llenos de contradicciones.

El personaje de Kidman no se cansa de buscar su propia libertad, a través de la aventura más extrema y a pesar de los prejuicios sociales, como sucedía en otras obras recientes como Creatura, de Elena Martín, o Pobres criaturas, de Yorgos Lanthimos. Reijn, que actuó a las órdenes de Paul Verhoeven, ya había arriesgado en el enfoque de su debut como realizadora y guionista: en Instinto (2019), una psicóloga se enamoraba del agresor sexual al que trataba en sesiones en la cárcel. Su siguiente producción, Bodies Bodies Bodies, no se estrenó en España pero apareció en las listas de lo mejor del terror del año 2022 y aspiró al Independent Spirit Award.

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