Pizarrales celebra la reapertura de la biblioteca Carmen Martín Gaite

La biblioteca Carmen Martín Gaite del barrio Pizarrales ha reabierto este lunes sus puertas después el cierre temporal que tuvo lugar el pasado 10 de enero y tras el que no se dio una fecha de reapertura definida. El motivo de este cese del servicio fue la necesidad de realizar labores de acondicionamiento y adquisición de fondos bibliográficos. Una situación que en su momento levantó preocupación entre los vecinos que temían los trabajos se alargarán durante mucho tiempo.

«Nos sorprende que la hayan abierto tan rápido. Estábamos preocupados porque cómo la cerraron y no dijeron en cuánto tiempo la iban a volver a abrir pensamos que sería más tiempo. Además, el día de la inauguración todavía quedaban varias cosas por hacer», explica Isidora Labrador, presidenta de la asociación de vecinos Munibar quién, además, resalta la alegría entre los vecinos por la reanudación del servicio. «Llevábamos mucho tiempo reclamando un espacio así. Estamos muy contentos de que, por fin, sea una realidad. Solo esperamos que ahora sí este totalmente lista para el público y que no haya necesidad de volverla a cerrar», añade Labrador.

La ausencia de calefacción y la falta de libros fueron las dos principales razones que obligaron al cierre de las instalaciones. Dos problemas que, tal como pudieron comprobar los primeros usuarios que se acercaron este lunes al edificio, ya han sido solucionados.

«Ahora se está calentito, se está muy a gusto. El día de la inauguración estaba muy frío. Las instalaciones están muy bien. Los estantes están un poco vacíos, pero me imagino que es porque es el primer día y todavía faltará colocar muchos de los libros nuevos. Es todo un avance para el barrio que los lectores disfrutaremos mucho», considera Carlos Gómez, uno de los primeros usuarios en visitar el centro.

Una opinión en la que coincide Nieves Blázquez, que no solo fue una de las primeras usuarias, sino que ha inaugurado el proceso de retorno de libros. «En este barrio nos hacía mucha falta una biblioteca. A mí me cae como anillo al dedo porque vivo aquí enfrente y antes tenía que irme hasta la biblioteca del barrio Vidal. Me gusta mucho. Está muy bonita y moderna, además, tiene varias salas y nos dijeron que va a haber toda una programación de actividades. Yo vengo a devolver un libro que me llevé en diciembre cuando estuvo abierta y, ya que estoy aquí, ojearé a ver qué más me puedo llevar».

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