Palencia es la capital de la provincia homónima, una de las nueve que conforman Castilla y León. Situada entre León y Burgos, con Valladolid al sur, esta ciudad ha desarrollado una actividad industrial más modesta que las regiones burgalesa y vallisoletana, pero más relevante que en otras provincias pequeñas, especialmente en sectores como la agroindustria, la metalmecánica y la logística, lo que la hace menos dependiente de la agricultura y la ganadería.
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Además, la ciudad cuenta con un rico patrimonio que, aunque menos reconocido que el de otras localidades de la comunidad, como Segovia o Ávila, no tiene nada que envidiarles. La Catedral de San Antolín, la tercera más grande de España; el Convento de San Pablo; la Iglesia de San Francisco; y el Cristo del Otero, una de las estatuas más altas del mundo, hacen las delicias de visitantes y turistas.
Palencia y Salamanca son dos provincias de Castilla y León con ciertas similitudes aunque diferencias significativas en su desarrollo. Palencia, ubicada en la meseta norte, se caracteriza por su terreno mayormente llano y una economía basada en la agricultura y la industria. Salamanca, situada más al suroeste, tiene una marcada influencia del turismo y el sector educativo.
Palencia cuenta con una población de aproximadamente 76.578 habitantes en 2024, según el INE, mientras que Salamanca supera los 144.000, casi el doble. En términos económicos, Salamanca posee una estructura productiva más diversificada, con un sector terciario fortalecido por su universidad y su riqueza patrimonial. En cambio, Palencia depende en mayor medida de la industria agroalimentaria y la automoción, aunque su desarrollo es notable para una ciudad de su tamaño.
Históricamente, ambas ciudades han desempeñado un papel clave en la formación de Castilla, aunque Salamanca ha tenido un impacto mayor a nivel internacional. Mientras que Palencia fue relevante en la Edad Media como enclave episcopal, Salamanca se convirtió en un centro del saber y la cultura desde el siglo XIII.
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Existe una creencia extendida en Palencia de que su Studium Generale fue la primera universidad de España, lo que lleva a algunos a cuestionar la primacía de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, el rigor histórico no deja margen a la duda: el Studium Generale de Palencia fue una institución efímera y sin continuidad institucional, surgida en 1212, mientras que la Universidad de Salamanca, fundada oficialmente en 1218 por Alfonso IX de León, fue la primera en recibir reconocimiento real y pontificio, lo que garantizó su consolidación.
El Studium de Palencia, promovido en el siglo XII por el obispo Tello Téllez de Meneses, tuvo una existencia breve y careció de la estructura propia de una universidad en sentido pleno. A pesar de que en 1263 el papa Urbano IV le concediera los mismos privilegios que a la Universidad de París, la institución entró en declive y sus enseñanzas fueron trasladadas a Salamanca, donde sí se estableció un modelo universitario duradero. Además, los documentos papales y reales respaldan la preeminencia de Salamanca, cuya influencia se extendió al mundo hispano y contribuyó a la fundación de universidades en América Latina.
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En conclusión, aunque algunos sectores palentinos reivindican su papel en la historia universitaria, los hechos son claros: la Universidad de Salamanca es la más antigua de España y del mundo hispano. Su legado académico, reconocimiento oficial e impacto global la consolidan como un referente indiscutible del conocimiento y la educación superior. Palencia, por su parte, merece ser reconocida por su contribución inicial, pero no puede equipararse con Salamanca en términos de continuidad ni de trascendencia histórica.
En varias publicaciones subidas por este medio a la cuenta de Instagram de LA GACETA, algunos usuarios han mostrado su gran descontento con este hecho histórico expresando, en un vídeo sobre curiosidades de la Catedral de Salamanca: «Que no te engañen, los Estudios Generales (el antecedente directo de la Universidad) de Salamanca se fundaron después de los de Palencia»
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«Nadie engaña a nadie, toda persona culta sabe que en Palencia fueron los primeros estudios, pero vaya, desaparecieron entonces nadie engaña a nadie, la Universidad de Salamanca es y siempre será la más antigua y en funcionamiento desde su origen, no tiene sentido desmerecer algo que es obvio. Muy bien que en Palencia fueran los primeros estudios, yo soy castellano y de eso me siento también orgulloso pero por suerte o desgracia desaparecieron, más que de la antigüedad, lo que más se destaca de las universidades es su continuidad histórica ininterrumpida. Los parisinos pueden decir misa con su antigua universidad pero durante un tiempo dejó de funcionar y eso no es comparable a otros estudios que jamás desaparecieron», le contesta detallamente otro usuario de la plataforma.
No solo en esta publicación se pueden observar este tipo de comentarios. En otra referente a un reportaje, en este caso de 'Salamanca en el espejo' en el que se comparaba la Universidad de Salamanca con la de Bolonia, la más antigua de occidente, se pueden ver varios comentarios haciendo referencia a la rivalidad entre Salamanca y Palencia por ver cual tiene el título de la Universidad más antigua de España.
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