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«Tendemos a pensar que el infarto es masculino, pero en España mueren 6.000 mujeres más por esta causa que los hombres. Curiosamente, aunque la sintomatología en sí no es tan diferente, cuesta más el diagnóstico a las mujeres, llegan más tarde y tienen peor pronóstico y mortalidad». Ana Martín Suárez, coordinadora de las segundas jornadas de Genusal (Estrategia de Género en Salud) de la Universidad de Salamanca señaló la importancia de impulsar en todas las áreas de la institución: docencia, investigación y transferencia de la sociedad para tener en cuenta en las diferentes áreas de salud las diferencias entre hombres y mujeres, tanto biológicas como el papel que tienen en la vida que influye en una exposición mayor al riesgo de las enfermedades.
«Todos los expertos están de acuerdo en que, pese a la evidencia científica, hay que hacer algo más para que se produzca un cambio real», expresó la responsable de estas jornadas que contó con profesionales de todos los ámbitos de la salud.
A través de los ejemplos, la coordinadora también recordó que en las investigaciones se producen «sesgos de género» desde el momento del uso de animales machos para los ensayos clínicos. «Son cosas que estamos habituados y que requieren de una reflexión para cambiar».
Sin embargo, estas diferencias no solo afectan a las mujeres. Esta situación se da también en el caso de los hombres. «En el caso de la osteoporosis en mujeres hay cribados, pero en los hombres, que lo sufren al menos un 30 %, no se llega al diagnóstico hasta que se han producido roturas repetidas».
Existe suficiente evidencia que demuestra que el sexo (atributos biológicos) y el género (factores socioculturales) influyen en el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, en sus manifestaciones clínicas, en la respuesta a los tratamientos y el pronóstico.
La directora general de Universidades, Blanca Ares, destacó la importancia de la inicativa, que cumple su segunda edición, y recordó que en un momento en el que se avanza hacia una medicina personalizada y tratamientos cada vez más dirigidos: «No se pueden olvidar acciones que afectan a la mitad de la población».
Por ello, mostró el compromiso de la Junta de Castilla y León para ir incorporando cambios de estrategias, de política institucional, así como un cambio cultural. «No hace falta cambiar todos los planes de estudio, pero sí incorporar las investigaciones que ya están aportando enfoques de género que van a acabar transfiriendo sus resultados reales a la vida de la gente», explicó. Así, recordó que en el ámbito de la salud deben darse pasos importantes frente a los que ya se han dado en otras disciplinas como es el caso de las Ciencias Sociales y Jurídicas.
Las actividades del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia seguirán el 13 de febrero en la Facultad de Ciencias Sociales con una mesa redonda con con la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.
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