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En un punto a menos de diez metros de la desaparecida Puerta de San Pablo, a unos quince de la antigua Cerca Vieja y a no más de veinte de San Polo y la Cueva de Salamanca, era de esperar que a pocos metros de profundidad se ocultasen restos arqueológicos con siglos de historia. Y así ha sido. Tres cuadrados ha excavado el Ayuntamiento de Salamanca en la plazoleta de los Niños del Coro, en la zona más baja de la calle San Pablo, dentro del proyecto LIFE «Vía de la Plata» y en todos ellos se han hallado estructuras de épocas pasadas. A 1,4 metros bajo el nivel de la acera, el Consistorio se ha topado con un muro «posiblemente medieval» al que podría asociarse estratigráficamente, apuntan fuentes municipales, «una especie de basa labrada de piedra», que, en un primer estudio y conforme al contexto en el que se encuentra, está sobre un muro vinculado a un suelo de pizarra de la época romana.
Diferenciados por su pavimento de canto rodado —ya retirado—, los tres cuadrados que el Consistorio ha abierto en la acera dentro de este proyecto municipal financiado con fondos europeos está previsto plantar vegetación. Ya se ha excavado suficiente como para convertirlos en pequeñas zonas verdes, pero se profundizará más, de forma puntual, estratégica y supervisada por un arqueólogo autorizado por la Comisión Territorial de Patrimonio, para obtener más información y datar con mayor precisión los restos encontrados. El estudio se centrará especialmente en los restos de la época romana, apuntan fuentes municipales. No obstante, el objetivo no es que estos restos queden a la vista del público, sino que, como se hace habitualmente con los hallazgos de menor entidad, se cubrirán con una malla geotextil que los separe, aísle y proteja de los áridos y tierra que echarán encima para sembrar especies vegetales autóctonas que contribuyan a renaturalizar esta plazoleta del casco histórico.
Era más que previsible que en este punto se encontrasen restos bajo el pavimento. Ya en 2013, cuando el Ministerio de Hacienda planteó el proyecto original para restaurar el tramo de la Cerca Nueva que está unido perpendicularmente a la Vieja, el arquitecto proponía la instalación de un cristal en el suelo para que se pudiesen observar parte de las estructuras de épocas anteriores que se encontraban ocultos bajo las aceras. Sin embargo, esa iniciativa fue rechazada por parte de los miembros de la Comisión de Patrimonio, al igual que la apertura de una puerta peatonal que permitiese pasar bajo la Muralla.
Todo el entorno de la Puerta de San Pablo es zona de especial cautela arqueológica. Es uno de los ámbitos del casco histórico de Salamanca en el que más hallazgos arqueológicos ha habido en los últimos años. En la iglesia de San Polo se hallaron en 2016 tres sarcófagos del siglo XII. Bajo el edificio de viviendas que se derribó en la confluencia de San Pablo con Buenaventura en 2018 también se localizaron restos romanos. Y no hay que olvidar que el actual centro de interpretación de la Muralla, en la Cuesta de Carvajal, es un garaje en el que permanecía oculto un tramo de la Cerca Vieja.
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