Obras de reforma del antiguo convento en enero de 1991 para transformarlo en una residencia de mayores. ARCHIVO

La obra racionalista de un dominico a finales del siglo pasado, el origen del nuevo centro de acogida

En 1965, el sacerdote y arquitecto Fray Coello de Portugal diseñó para las Dominicas Misioneras un complejo religioso que, en los años 90 del pasado siglo, se convirtió en una residencia de mayores del Imserso

Carlos Rincón

Salamanca

Domingo, 9 de febrero 2025, 06:00

Su uso como residente de mayores no fue el primero que tuvo el edificio de la carretera de Aldealengua que la Secretaría de Estado de Migraciones quiere sumar a la red de centros para la acogida y atención de personas inmigrantes. Inicialmente fue un convento, y su arquitecto, un dominico que destacó como uno de los exponentes del racionalismo o movimiento moderno de carácter religioso.

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Fue en 1965 cuando se construyó el antiguo convento de las Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia en las afueras de Salamanca. El autor del proyecto era Francisco de Paula Coello de Portugalmás conocido como Fray Coello de Portugal—, cuya firma también llevan en Salamanca el colegio y residencia del Sagrado Corazón (Jesuitinas), el colegio Sagrada Familia (para las Siervas de San José), el colegio Mayor Montellano (Jesuitinas) y la ampliación del convento de Las Dueñas. Pero la Guía de Arquitectura de Salamanca, editada por el Colegio Oficial de Arquitectos de León, considera que el inmueble de Puente Ladrillo, «a pesar de que las modificaciones han desvirtuado bastante su pureza original», es el más genuino de este sacerdote dominico que despuntó como arquitecto.

Un «rectángulo orientado en la dimensión mayor, en la dirección Norte-Sur, con acceso por la cara norte, colocado cerca de la carretera para conseguir un mayor campo de recreación al sur con vistas muy agradables sobre Salamanca... Todas las celdas y zonas de vida diaria orientadas a Mediodia... la Capilla tiene acceso directo desde la calle... se busca la mayor intimidad para la zona de vivienda». Así describe el fraile el complejo, que según la publicación del Colegio de Arquitectos, sigue el esquema de convento muy repetido por este dominico, nacido en Jaén en 1926 y fallecido en Madrid en 2013. Su costumbre era agrupar los usos en bloques en torno a tres elementos fundamentales en un convento: el claustro, la capilla y la residencia. Los dos primeros se sitúan en la construcción de menor altura, mientras que las celdas de las religiosas se encontraban en el edificio de mayor altura.

Respecto al claustro, el propio dominico señalaba que «se ha hecho casi imprescindible en un edificio monacal». Lo proyectó manteniendo una tradición que ha pervivido durante siglos: «Cada una de las cuatro paredes del claustro nos define un elemento del conjunto, Capilla y Sala Capitular, visitas, servicios y claustro de profundis».

Fue en los años noventa del pasado siglo cuando el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) emprendió las obras para la transformación del edificio de Fray Coello de Portugal en la residencia de mayores de San Juan de Sahagún. Inicialmente la apertura estaba prevista para marzo de 1991, pero se retrasó. Aunque las obras estaban prácticamente concluidas, según la entonces directora del Imserso, María Luisa Puente, surgió un problema: no existía una estación de bombeo ni colector de las aguas residuales. Por ello, se realizó una petición formal al Ayuntamiento para que emprendiese las acciones oportunas para que la residencia cuente con agua potable y una red de alcantarillado. «Sería del todo injustificable para la opinión pública y para los jubilados que la residencia no pudiera abrirse por falta de una red de recogida de aguas residuales», señalaba la carta.

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Una vez inaugurada, la residencia no tardó mucho en cambiar de manos. Con la transferencia de competencias del Estado a las comunidades autónomas, en 1995 el centro paso a depender de la Junta de Castilla y Léon. Tanto el deterioro de las instalaciones como las dificultades que su diseño conllevaba para ofrecer unos servicios adecuados a las personas dependientes llevaron a que el Gobierno levantase un nuevo edificio en la calle Santiago Madrigal par za instalar la residencia. A él se trasladó en julio de 2023 y la construcción de Fray Coello de Portugal quedó vacía.

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