La obra de ampliación de Ieronimus acabará en un mes

Belén Hernández

Salamanca

Viernes, 11 de abril 2025, 06:00

Comenta

Las obras de ampliación de la exposición Ieronimus de la Catedral de Salamanca están a punto de finalizar, de hecho este jueves se retiró el andamio de 40 metros que cubría la fachada principal desde el pasado mes de octubre porque ya no será necesario subir más materiales.

No obstante, quedan cuatro semanas para rematar las tareas de limpieza y adecuación necesarias para mostrar al público los secretos que se esconden entre las bóvedas y la cubierta de la Seo, un espacio en el que los visitantes podrán contemplar las evidencias del proceso constructivo y el trabajo que se desarrolló durante su ejecución.

En estos seis meses los operarios han arreglado los accesos a la zona oculta de la Catedral, mejorando las escaleras, instalando el alumbrado, adecentando el espacio y asegurando las pasarelas por las que se pasearán los turistas. Los operarios también han actuado en la cubierta, que data de 1975 y que se construyó con estructuras de acero, que se han limpiado y pintado.

«Son producto de una reparación que hoy no sería aceptable, pero han pasado 50 años y también son biografía sobre cómo han evolucionado los criterios», advierte el arquitecto de la Catedral, Valentín Berriochoa. En relación a los trabajos desarrollados hasta ahora, señala que no han sido complicados, más bien sencillos, «pero se han tenido que desarrollar muy despacio».

Aunque acaben las obras, aún habrá que esperar para estrenar esta quinta ampliación del recorrido, ya después se debe abordar la museización para que la zona oculta se convierta en un espacio expositivo, así como la instalación del videomapping, el montaje audiovisual que explicará a los turistas el proceso constructivo de la Catedral de Salamanca.

El gerente de la Seo, Raúl Vicente, confirma que el andamio comenzó a desmontarse ayer tras subir la última remesa de madera necesaria para ejecutar las obras. «Luego, ya es trabajar arriba».

Los visitantes podrán pasear por la bajocubierta de la Catedral y apreciar a corta distancia el reverso de las espectaculares bóvedas de la emblemática construcción salmantina.

«Lo normal es que no se conozcan esos desvanes», explica Berriochoa, que también hace pedagogía sobre el origen de estos espacios, que se generan siguiendo el protocolo constructivo de la época.

«Primero se construían los muros, luego la estructura y y la cubierta para que, a espacio seco, se pudieran levantar las bóvedas», aclara. Considera «muy interesante» ver la parte externa de las bóvedas y su proceso constructivo, un área de la Seo a la que se puede acceder a través de una escalera de caracol que lleva hasta ese nivel.

«La subida a las torres está llena de información y sorpresas», avanza el arquitecto, más cerca de que el público en general pueda disfrutar de la sensación de subir a la parte más alta del edificio para ver «la otra cara de las bóvedas».

Cabe recordar que la ampliación de Ieronimus está incluida dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, que ha contado con financiación del Ayuntamiento de Salamanca, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España.

De los 471.000 euros de presupuesto, las tres administraciones públicas han aportado 321.000 euros, mientras que el Cabildo ha contribuido con los 150.000 restantes. No todo ese dinero se dirige a la rehabilitación de la bajocubierta, sino en torno a unos 250.000 euros.