El «nuevo» Van Dyck va tomando forma

La primera Zona de Especial Interés Gastronómico (ZEIG) en la ciudad va tomando forma. Ya ha comenzado la instalación de las nuevas terrazas de los bares de Van Dyck con los que se pretende recuperar el ambiente de tapeo y diversión en una zona de la ciudad que paulatinamente lo ha ido perdiendo.

Definitivamente serán 23 establecimientos los que cuenten con un modelo único de terrazas: «Es un mismo instalador el que ha comenzado a ponerlas todas, así que irá progresivamente colocándolas», explica Jorge Moro, presidente de la Asociación de Hostelería de Salamanca.

La Zona de Especial Interés Gastronómico de Van Dyck entrará en funcionamiento el sábado 27 de junio. Los negocios están obligados a colocar una plataforma sobre la que se está instalando la terraza y que igualará la altura de la calzada con la de la acera. Cabe recordar que esta infraestructura es obligatoria, así como la valla que la circunda para separar a los clientes del paso de los vehículos. Los locales que formarán la primera ZEIG tendrán el mismo modelo, para unificar la zona y tras ejecutar una compra conjunta con la que se han ahorrado costes, ya que tanto la plataforma como la valla, las sillas y las mesas les supondrán una inversión cercana a los 5.000 euros.

Los establecimientos pagarán como tasa 103,17 euros el metro cuadrado por temporada, que abarca desde el 1 de marzo hasta el primer domingo de noviembre, sin posibilidad de optar a temporada anual. Se trata de la misma tarifa que se paga en la Rúa Mayor para todo el año y 13 euros por debajo de la cuantía establecida para los negocios de la Plaza Mayor.

Jorge Moro mostraba su satisfacción porque esta medida esté tan cerca de ver la luz: «Es un proyecto de la Asociación de Hostelería de Salamanca a demanda de los propios bares de la zona. Lo habían intentado hace tiempo y no salió adelante y hemos trabajado muy duro con el Ayuntamiento para ello y por fin se ha materializado», indicaba.

Moro confiaba en el resultado inmediato que puede tener esta medida, tanto para los salmantinos, como para los turistas y los empresarios: «Se trata de dinamizar un barrio y además de encontrar una zona de tapeo como tienen otras muchas ciudades. Al final buscamos un ocio diferente para gente que no tiene que ir a mesa y mantel a los establecimientos del centro».

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