Nuevo tramo compartido en el puente Sánchez Fabrés

El puente Sánchez Fabrés acogerá el tercer tramo compartido entre vehículos y bicicletas de Salamanca, una fórmula híbrida que se aplicará en uno de los carriles de la derecha tanto en el sentido de ida como en el de vuelta.

De este modo, la red ciclista que en este momento se ejecuta entre el Hospital y el Puente Romano conectará con el tramo que avanza desde el paseo del Progreso hacia la zona de los Huertos Urbanos, con conexión también hacia el vial que transcurre por el puente de la Universidad.

Así lo confirman fuentes del Ayuntamiento de Salamanca después de ocho meses de experiencia con el carril compartido de la avenida de Comuneros, el primero que se implantó en la ciudad del Tormes.

A él se ha sumado el viaducto que une la avenida de Los Cipreses con el barrio Puente Ladrillo, en el que esta semana pasada se han colocado las señalizaciones, tras pintar en el suelo las líneas que le identifican como carril híbrido.

Se trata de una solución que han aceptado bien los conductores de la ciudad, según informa el concejal de Fomento, Fernando Carabias.

«Aporta más fluidez tanto al tránsito de coches como al de ciclistas, a la vez que más seguridad a estos últimos», subraya el edil.

Por otro lado, esta opción evita ocupar o restar espacio a los peatones en las aceras. Dado que se trata de vías que están limitadas a 30 kilómetros por hora, la convivencia entre conductores y ciclistas se ha desarrollado hasta ahora «sin problemas», por eso no se descarta que esta alternativa se incorpore en otros tramos de la ciudad.

Pero esta no es la única solución ingeniosa y fuera de la norma que se ha aplicado en Salamanca para que confluyan en vías pequeñas ciclistas y vehículos rodados.

Durante el recién terminado 2023 se puso en marcha en el barrio de Labradores la denominada Zona 20, un espacio en el que la limitación de velocidad de los vehículos baja a 20 kilómetros por hora para hacer más segura la convivencia con las bicis.

Se trata de las calles incluidas dentro de la manzana formada por la avenida de Mirat, María Auxiliadora, avenida de Portugal y calle Rodríguez Fabrés.

Para minorar la velocidad del tráfico en los accesos se han incluido resaltes en la calzada con cambio de pavimento a adoquín, de manera que se produzca lo que se denominan calmados de tráfico de vehículos en las intersecciones.

De este modo los ciclistas ya pueden circular por el espacio compartiendo calzada, pero con mayor seguridad.

Este área «ciclista» además es clave en la red de la ciudad, dado que permite el acceso al centro de la capital a través de la calle Bientocadas.

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