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Las tradicionales cenas de Navidad, de empresa o de amigos, madrugan más que nunca. Este fin de semana ya se han celebrado las primeras en la ciudad y para la próxima semana ya están previstas un buen número en los restaurantes de la ciudad y del alfoz.
Este adelanto en las fechas de las esperadas celebraciones es una de las novedades de este año. El presidente de la Asociación de Hostelería de Salamanca, Jorge Moro, manifiesta a este diario que además cada vez está más extendido el cobro de una fianza como reserva de las mesas, aunque es el momento de que el sector tenga una posición común al respecto y no que cada hostelero haga la guerra por su cuenta: «Se está haciendo pero es un tema que hay que debatir muy en serio. Debe haber un 90 por ciento de compañeros que apoye esta medida porque de nada sirve que unos restaurantes lo hagan y otros no». Moro manifestaba que «en los restaurantes con estrella Michelín se hace» y que otros «también lo llevan haciendo unos meses», pero que es ahora cuando las reservas son para un mayor número de comensales cuando esta medida gana más sentido: «Hay a muchos restaurantes que si le cancelan a falta de tres días una comida navideña para 25 o 30 personas le hacen una faena muy gorda», indicaba. La fianza de la reserva varía en función del establecimiento: «Algunos piden 10 o 15 euros por comensal», manifiesta el presidente de la Asociación de Hostelería.
Precisamente este asunto va a ser tratado en una reunión que mantendrá el sector mañana en la Cámara de Comercio de Salamanca, ya que «no se puede demorar más el tener una postura común ante un tema de estas características».
En cuanto a los menús escogidos para la celebración de estas reuniones de compañeros y amigos en las fechas navideñas, Moro indica que «los asados tradicionales van perdiendo peso debido al alto precio que tienen». Relata que aquellas opciones que incluyen el tostón o el lechazo como plato principal «superan los 50 euros» y eso ha llevado que guisos y otras carnes más baratas tomen protagonismo en la mesa de los restaurantes en este tipo de celebraciones.
Como consecuencia de la inflación, el precio de los menús también se ha incrementado en torno al 10 por ciento, aunque la oscilación de precios sigue siendo muy elevada dependiendo del establecimiento y del producto utilizado.
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