Noches de verano en la huerta

Volver a la esencia, renovarse, rebobinar, saludar el buen tiempo… salir del aparente letargo de un invierno exigente para iniciar con fuerza la temporada de oro de celebraciones y eventos al aire libre. Así se presenta en estas fechas Hospes Palacio de San Esteban, ese pequeño hotel de cinco estrellas que presume de tener el que posiblemente sea uno de los mejores escenarios para disfrutar de los inimitables atardeceres de la ciudad universitaria.

A la vera de la fachada del convento dominico de San Esteban, el Hotel combina historia, tradición y vanguardia. Tras sus gruesos muros de piedra, algunos originales del siglo XVI, se esconde un hotel delicioso, lleno de buen gusto, donde todo está orientado a sorprender a sus clientes.

Por eso, en contraste con la sobria decoración de inspiración monacal que preside el lobby y las habitaciones (la suite, por cierto, con unas vistas impresionantes de las Catedrales), la sala abovedada del antiguo refectorio, hoy restaurante «El Monje», impacta poderosamente en los comensales.

Su propuesta gastronómica saca provecho de los mejores productos de la despensa de Salamanca, reinterpretando platos de la tradición culinaria charra. El equipo de cocina dirigido por Agustín Rodríguez sorprende a sus comensales fusionando sabores de siempre con toques de cocinas de vanguardia y étnicas, así como una cuidada selección de vinos, algunos de pequeñas bodegas de la provincia. A mediados de este mes de Mayo cambian la carta, con una nueva vuelta de tuerca que, a buen seguro, no dejará indiferente ni a los más fieles de la casa.

«El Monje» (único restaurante de Salamanca en el top 100 del Ranking TheFork) es además uno de los escenarios imprescindibles en las bodas, celebraciones y eventos que acoge el hotel y que, a lo largo de este mes y hasta final de año, irán sucediéndose prácticamente todos los fines de semana. Candelabros, velas, guirnaldas de luces, mantelerías finas o llenas de color, originales cristalerías y vajillas… y una cuidadísima presentación de aperitivos, platos y bebidas que buscan dejar a los invitados con la boca abierta.

Al antiguo refectorio se suman el Patio de los Olivos, la Terraza «El Monje» o la Biblioteca. Pero es la Huerta de San Esteban, en la zona de la piscina, la que se lleva todos los elogios. El que fuera antiguo huerto que proveía las despensas de los dominicos es ahora el escenario de los eventos más exclusivos de la ciudad y marca tendencia en la temporada de copeo al aire libre en las noches de la capital.

Desde principios de junio y hasta finalizar el verano, la Huerta de San Esteban se convierte en la terraza por excelencia de Salamanca, con un ambiente distendido donde poder disfrutar de unas copas premium, coctelería y buena música.

La terraza, que está abierta de jueves a domingo desde el atardecer hasta las 2 de la madrugada, saca partido a una de las mejores localizaciones del interior de la ciudad: el frescor del césped, la alberca junto a la piscina, las plantas aromáticas… Y como telón de fondo, la incomparable vista de las catedrales y la luz dorada del anochecer en Salamanca.

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