Atrás ha dejado la capital del Tormes el descenso de viajeros y pernoctaciones que provocó la pandemia. El INE confirmó el pasado miércoles que los datos del pasado año ya fueron mejores que los del hasta ahora año récord, 2019. Sin embargo, la huella dejada por la pandemia sigue aún presente en museos y espacios patrimoniales de la ciudad. Conforme a los datos de la Sociedad Municipal de Turismo, en 2023 ganaron casi un 10% de visitas respecto al ejercicio anterior, pero aún están a un 8,37% de volver a cifras precovid. Ante ello, dos factores resalta el concejal de Turismo, Ángel Fernández Silva. Por un lado, insiste en que, aunque la crisis sanitaria ha quedado atrás, los viajeros aún prefieren actividades de calle. En esa línea, alude a los éxitos cosechados por la exposición «Folklorquiando» —la muestra dedicada a Lorca— en la Plaza Mayor, la de fotografías de Semana Santa frente al teatro Liceo y la del Cuerpo Nacional de Policía junto a las Úrsulas. Por otra parte, el edil incide en que la apertura de nuevos espacios expositivos en el centro de la ciudad ha ayudado a redistribuir los flujos de visitantes, entre los que también se encuentran los propios salmantinos, que quieren ver cosas distintas a las habituales. Es el caso de la Torre de los Anaya, donde por las muestras de los belenes y de la Guardia Real, pasaron miles de personas.
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Precisamente por la necesidad de ofrecer nuevos atractivos, Ieronimus prepara ya la apertura del bajocubierta de la nave central, para ofrecer a los viajeros una mirada diferente del interior de la Catedral permitiendo a los visitantes pasear sobre las bóvedas. Tan solo por detrás del Museo Art Nouveau y Art Déco de la Casa Lis, que sigue figurando a la cabeza en venta de entradas, el itinerario que permite subir a las terrazas de la Catedral es, casi 22 años después de su apertura, la exposición en un interior monumental más visitada de la ciudad. Una media de 350 personas pasan al día por ella, pero todavía son un 11% menos que antes de la pandemia. Ascender a los balcones más elevados que ofrece el patrimonio histórico es una fórmula de éxito en Salamanca y, por ello, «Scala Coeli» es el tercer espacio con más visitas. La subida a las torres de La Clerecía superó en 2022 las cifras de prepandemia, pero, según los datos municipales, el pasado año se quedó por debajo de los datos de 2019.
El Museo del Comercio así como el Museo Provincial de Salamanca que gestiona la Junta de Castilla y León han sabido reinventarse. Y el pasado año mejoraron los datos de los cuatro años anteriores con importantes incrementos de visitas. Y de la misma forma, la inclusión de la iglesia de la Vera Cruz en la oferta turística habitual de la ciudad ha traído consigo un importante aumento de quienes acceden al interior de esta capilla.
Por el contrario, con los intermitentes y prolongados cierres que ha sufrido el recinto de la Cueva de Salamanca por el desplome de los restos del Seminario de Carvajal, el cercano centro de interpretación de la Muralla ha recibido menos de la mitad de los visitantes que el año previo a la pandemia.
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