La valla a uno de los túneles del Polvorín. ALMEIDA

El museo del paleolítico: un año a la espera de una ayuda de 3 M€ del Ministerio

Turismo ha agotado ya todos los plazos para repartir 139 M€ de fondos europeos

Miércoles, 29 de mayo 2024, 19:37

El pasado 17 de mayo venció, ya no el plazo inicial, sino la prórroga que el propio Ministerio de Industria y Turismo se dio para resolver las ayudas del programa de mejora de la competitividad y de dinamización del patrimonio histórico con uso turístico. Ha pasado más de un año desde que se cerró el plazo para presentar proyectos y todavía no hay resolución para la adjudicación de los 139 millones de euros de fondos europeos «Next Generation» en los que Salamanca tiene depositada la esperanza de recibir una ayuda de tres millones con la que convertir los túneles del Polvorín de Tejares, que el Ayuntamiento recibió del Ministerio de Defensa, en el futuro museo del Paleolítico.

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El plazo para optar a los fondos terminó el 12 de mayo de 2023 y la normativa fijaba que la convocatoria se resolvería el 17 de noviembre, pero dos meses antes de esa fecha, el Gobierno se dio medio año más de plazo —hasta el 17 de mayo— porque el número de solicitudes recibidas superó «ampliamente las expectativas». De hecho, el objetivo de estas subvenciones era financiar y finalizar «cincuenta actuaciones de rehabilitación de patrimonio histórico para el segundo trimestre de 2026» y se recibieron 690 solicitudes, entre ellas la del Consistorio salmantino. Consultado por el estado en el que se encuentra, Turismo ha asegurado a este periódico que «el procedimiento de concesión de estas ayudas se encuentra en fase de evaluación».

Aprovechando la proximidad de los grabados y las pinturas prehistóricas y con el objetivo de hacerlos visitables, el proyecto presentado por el Consistorio plantea la rehabilitación de parte de los antiguos túneles militares, abandonados y vandalizados durante años, para que los visitantes puedan acceder a ellos desde un futuro centro de interpretación dedicado al Paleolítico. Las instalaciones, que ocuparían una pequeña parte de las 44 hectáreas del Polvorín, permitirían además visitar un grabado más antiguo que las pinturas de Altamira, el caballo «bicéfalo» piqueteado en la roca hace más de 25.000 años.

Además de convertirlo en un nuevo punto de atracción turística, la intervención en la zona pretende también ofrecer una mayor protección a los elementos que conforman el yacimiento, tanto a los ya conocidos como a los que se puedan descubrir en el futuro. Por ello, casi 300.000 euros del presupuesto previsto serán para vallar toda la zona y colocar sistemas de videovigilancia y sensores de monitorización ambiental y climática con accesos controlados y limitados, instalaciones con las que se tratarían de evitar atentados contra el patrimonio como el que han sufrido las pinturas postpaleolíticas ubicadas en La Salud, en la orilla opuesta a la del Polvorín.

Galerías del Ejército convertidas en un viaje al mundo cavernario

Pocos lugares mejores hay para recrear el mundo cavernario que una larga galería situada a 20 metros de profundidad. Por ello, los técnicos municipales apuestan por rehabilitar los túneles militares que se encuentran bajo el Polvorín de Tejares para ofrecer a los turistas un viaje al Paleolítico. Aproximadamente la mitad de los fondos europeos que el Ayuntamiento de Salamanca solicita al Ministerio de Industria a través de la línea de ayudas para dinamizar el patrimonio histórico se destinaría a financiar la construcción del nuevo centro de interpretación del arte rupestre en la zona de La Salud.

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Camuflado en el mismo paraje natural que están las pinturas y grabados prehistóricos, el anteproyecto plantea construir un edificio que salvo su porche de entrada quedara escondido en una peña recubierta de lascas de pizarra. En el edificio se integraría uno de los antiguos pozos de ventilación construidos por el Ejército a mediados del siglo XX. En esta sima artificial el Consistorio prevé construir una escalera para bajar a unos 20 metros de profundidad y acceder a una de estancias militares que se encuentran «enterradas» a mayor profundidad. Este «viaje» al interior de la tierra es uno de los grandes valores del proyecto municipal.

Los técnicos resaltan la importancia de incorporar estos espacios «de gran poder escenográfico» para generar en los visitantes la sensación de que se están adentrando en el mundo cavernario de quienes vivían en ese lugar cuando se piqueteó en una de las piedras la figura de un caballo bicéfalo.

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