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La devoción al Cristo de los Milagros se mantiene perenne. Cientos de personas han participado en el Domingo de Ascensión en una procesión multitudinaria desde la iglesia de Sancti Spíritus. Cuarenta minutos antes el atrio de la iglesia ha acogido la misa al aire libre presidida por el delegado de Patrimonio, Tomás Gil. Con la imagen sobre el paso, un manto negro bordado en fino hilo de oro y rodeado de rosas y claveles rojas, uno de los crucificados con más devoción de Salamanca esperaba mientras se celebraba la liturgia con los hermanos de carga esperando junto al paso. La asistencia ha sido tan importante que los sacerdotes han tenido que llevar la comunión hasta la acera de la cuesta de Sancti Spíritus.
Con el final de la eucaristía y los estandartes ya dispuestos en la cuesta de Sancti Spíritus, ha empezado la procesión con los tambores de la Banda de Cornetas y Tambores del Amor y la Paz. Los primeros estandartes de las cofradías de Peñaranda y San José Obrero abrían la comitiva tras la cruz de guía mientras que en el fondo comenzaban a sonar los acordes de 'Ave María' con los que la imagen del siglo XIV ha abandonado el espacio religioso del atrio para adentrarse en el asfalto de la ciudad. La procesión es la única de gloria que tiene este recorrido que le lleva por la Cuesta de Sancti Spíritus, paseo de Canalejas, calle Rosario (en esta ocasión se retiraron los coches para evitar los problemas en el paso del cortejo) continuación por Gran Vía y finalmente regreso a Sancti Spíritus. Tan solo en Semana Santa la Hermandad del Perdón hace un recorrido similar en su camino desde la Catedral hasta el Monasterio de las Bernardas al atravesar también Gran Vía y el paseo de Canalejas.
Debido al buen tiempo, la asistencia a la procesión fue masiva: a los cerca de 200 cofrades, de los 300 que forman la antigua Cofradía del Cristo de los Milagros, se sumaron muchos devotos que iban detrás alumbrando a la imagen del crucificado. Hay que recordar que este crucificado es uno de los más venerados por la ciudad. Desde los "credos" que rezaban los estudiantes para aprobar los exámenes finales a los labradores, segadores y agricultores que tienen al Cristo de los Milagros también entre sus oraciones, ya que en tiempos de sequía se rezaba y se sacaba a la imagen para que volvieran las precipitaciones a la tierra y el pan a las familias.
No siempre el recorrido y la hora ha sido como en la actualidad. Desde el año 2015 la procesión decidió celebrarse por la tarde y cambiar su horario habitual de las 7 de la mañana. El crucificado, de autor anónimo y datado por sus características estilísticas en el siglo XIV, también llegó a procesionar hasta el cementerio San Carlos Borromeo.
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