Un monolito para el gran mecenas de Santibáñez de la Sierra

«Siempre llevaba Santibáñez y todos los pueblos de la Sierra de Francia en mi corazón. Allí donde yo he ido, al fin del mundo, y cuando me han preguntado de dónde era decía que era de Santibáñez de la Sierra y de la comarca más bonita de Salamanca. De joven, con mi padre me tocó mucho trabajar en esos pueblos en aquellos años tan difíciles y por eso creía que tenía una deuda con ellos», explicaba este sábado a sus 95 años un emocionado Francisco Fernández Martín, hijo de Santibáñez de la Sierra homenajeado por el Ayuntamiento que preside Caredo Iglesias por su generosidad con el pueblo y con otras cinco localidades de la zona.

Y es que, en estos últimos años, Francisco Fernández, afincado en Barcelona, ha entregado diversas cantidades económicas a Santibáñez, su pueblo, y a las localidades de Villanueva del Conde, San Esteban de la Sierra, Miranda del Castañar, Sequeros y Garcibuey en agradecimiento cuando, de joven, con su padre, iba por los pueblos trabajando.

«Mi conciencia ha quedado tranquila pero creo que soy demasiado homenajeado y no lo merezco», señalaba ante el monolito que desde este sábado da nombre al parque infantil ubicado en el Prao del Cura del pueblo.

 

Allí estaban los alcaldes y representantes de los pueblos beneficiados por su donación, familiares y vecinos.

Salió del pueblo con 17 años y ahora, a sus 95, regresó emocionado para recibir el calor de sus paisanos.

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