Casi tres años después de la fecha prevista en los contratos de obra, la electrificación de la línea férrea entre Salamanca y Fuentes de Oñoro sigue sin estar acabada. Además de frenar el desarrollo logístico y la mejora de las comunicaciones de la provincia, el retraso está generando un importante sobrecoste a las arcas del Estado. Casi un millón de euros ha destinado ya el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a renovar en dos ocasiones la asistencia técnica para el control y vigilancia de las obras de adecuación de gálibos en esta línea, intervención clave para que se concluya la infraestructura. Como estos trabajos no avanzan y llevan desde agosto de 2020 a la espera de que se apruebe una modificación, la empresa pública ha tenido que prorrogar, al menos, en dos ocasiones este contrato complementario.
Publicidad
Ante el inminente inició de las obras para adaptar la altura de los puentes bajo los que pasa la vía a Portugal a la catenaria necesaria para su electrificación, Adif adjudicó en septiembre de 2019 a Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco), una empresa pública dependiente del Ministerio de Transportes, el contrato para el control y vigilancia de esa actuación por 395.100 euros. Este servicio iba a ser prestado durante un año, exactamente el mismo tiempo que iban a durar los trabajos vinculados a la electrificación, pero, dado su lento avance, no solo fue necesario prorrogar el contrato —lo que implicaba un sobrecoste de 142.993 euros—, sino que hubo que readjudicarlo de nuevo. Así, como ya publicó este periódico en enero de 2022, Adif volvió a adjudicar la misma asistencia técnica por 455.181 euros exactamente a la misma sociedad. En este caso, incluía también el control de las obras de reposición de servicios afectados por la electrificación de la línea. Después de un año, también éste expiró sin que la modernización de la vía haya concluido. Una vez agotadas las posibles prórrogas, a finales de septiembre se ha vuelto a repetir la misma operación esta vez con un coste de 523.815 euros. Conforme a él, Ineco estará al frente del control de las obras, al menos, otros doce meses, hasta septiembre de 2024 si no prorroga el servicio. Ante esta situación, fuentes de Adif se limitan a explicar que el nuevo contrato firmado hace unas semanas «permitirá dar continuidad a las tareas de control y vigilancia de las dos actuaciones que tiene en marcha (gálibos y reposición de servicios), una vez ha acabado la vigencia del anterior con el que se realizaban estas labores».
¿Cuándo acabarán los trabajos?
En una respuesta parlamentaria fechada el pasado 23 de octubre, el Gobierno en funciones aseguró que la previsión para la puesta en servicio de la electrificación de la línea Salamanca-Fuentes de Oñoro «es en el horizonte de 2024». Si bien la instalación de catenaria, la adaptación de instalaciones de seguridad y comunicaciones, así como las subestaciones y el centro de transformación, están prácticamente listos, aún están pendiente de ejecutar parte de los trabajos de reposición de servicios afectados —como líneas eléctricas y telefónicas—, y la modificación de la altura de cuatro pasos superiores o puentes bajo los que pasan los trenes que unen la capital del Tormes con la frontera lusa.
Las obras de adecuación de gálibos son la principal causa del retraso de la obras. En agosto de 2020, Adif aceptó incluir en esta intervención varias propuestas formuladas por el Ayuntamiento de Salamanca, lo que implicaba introducir modificaciones en el proyecto original. Más de tres años han pasado desde que se empezó a trabajar en esos cambios. Desde el Administrador de Infraestructura Ferroviarias apuntan que su redacción está muy avanzada, y tan pronto como se encuentre supervisada y aprobada se podrán desarrollar las obras en esos cuatro pasos superiores. Por el momento, no precisa fechas para el inicio de esas actuaciones.
De la aprobación de este mismo modificado depende también que se retomen las obras de reforma del apeadero de La Alamedilla, que están paralizadas desde verano de 2020. Lo que sí ha dejado claro el Gobierno en funciones es que, por la vía que va a Portugal, no está previsto que vuelva a circular el trenhotel Lusitania, un servicio comercial y sin financiación pública que Renfe no considera sostenible.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.