En 2019, contaba con unos cientos de seguidores en redes sociales. Un año después, el médico salmantino tenía 60.000 adeptos en Twitter 'devorando' sus píldoras de información sobre la pandemia. Se convirtió en uno de los médicos más mediáticos a nivel nacional por su capacidad de divulgación.
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Cinco años de la pandemia. ¿Parece que fue ayer o parece que ha pasado un mundo?
- Para cada persona la pandemia ha sido una experiencia vital muy diferente. Hubo personas para las que el mundo se detuvo y transcurrió muy lento, mientras que otras personas todavía siguen hablando en plan 'antes de la pandemia' o 'después de la pandemia'. En lo personal, me parece mentira que hayan pasado cinco años ya, pero al mismo tiempo lo veo muy lejano porque es diferente lo que hacemos ahora y lo que hacíamos antes de la pandemia.
¿Nota que cambió su trabajo a raíz de esta pandemia?
- Claro, nuestra percepción ha cambiado en cuanto a que el uso de las mascarillas en las plantas de hospitalización durante las epidemias de gripe -salvo por las desinformaciones interesadas- son necesarias. Hemos aprendido mucho sobre los virus respiratorios. También tenemos más disponibilidad de herramientas como las PCR. Al final el éxito de la pandemia fue un trabajo colaborativo en planta, UCI, Urgencias, laboratorio... Todo el mundo trabajó muchísimo.
¿A día de hoy tiene claro cómo empezó todo?
- La teoría de que se inició en un laboratorio nunca ha sido demostrada. Por los estudios realizados y por la experiencia de otras pandemias parece que se generó por el paso del virus de un animal a los hombres. Tampoco se puede decir que la versión del laboratorio sea completamente falsa porque, en efecto, hay técnicas que permiten crear virus y gracias a esa realidad es por lo que se sostiene la teoría. Insisto: lo más aceptado por la comunidad científica es que el virus pasó de los animales a los hombres
¿Volveremos a vivir una situación así?
- Todo puede ser. La combinación de factores que se dieron con el SarsCov2 fueron: una letalidad relativamente baja y una capacidad de transmisión muy alta que propició que se extendiera por todo el mundo. El SarsCov1 era más letal y se contuvo gracias a que los enfermos eran muy evidentes por su gravedad. Se actuó más rápido. Si se repitieran situaciones similares podríamos tener otra pandemia, como ya las hubo a lo largo de la historia.
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En lo personal, a usted la pandemia le cambió un poco la vida porque se convirtió en un personaje mediático por su tirón en redes sociales.
- Afortunadamente he conseguido recuperar mi vida de antes de la pandemia por lo que sigo atendiendo a mis pacientes, doy mis clases en la Universidad y retomo mis líneas de investigación. Yo ya tenía cierta experiencia con las redes sociales porque previamente había divulgado información sobre el consumo de alcohol. En la pandemia había una gran necesidad de información y la podía transmitir con esa experiencia previa que me facilitó hacer mensajes concretos, pero sin entrar en polémicas absurdas. Cuando alguien intentaba interaccionar de manera negativa, o no le daba respuesta, o lo hacía de manera sencilla. Esa situación de estar en primera línea me colocó en posición de que la gente me preguntaba información y mi forma de difundirla fue a través de las redes sociales y de los medios de comunicación. Tengo que agradecer que los medios me disteis mucho apoyo y que estábamos completamente alineados con el envío de mensajes que tranquilizaban a la población y, a la vez, explicaban la gravedad del asunto.
¿Salimos más fuertes?
- Ahora sabemos mucho mas de infecciones respiratorias, se han creado redes de vigilancia y hemos asistido al hito científico de las vacunas RNA mensajero, que nos permitieron salir de la pandemia. Nos llevamos esto: la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Todos nos movilizamos. No pudimos responder de forma perfecta porque era imposible, porque si en un verano normal hay problemas para cubrir las vacaciones, frente a toda una pandemia no iba a ser mejor. Aún así, la respuesta del sistema fue coordinada y notable.
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A posteriori, y sabiendo lo que ahora sabemos, ¿con qué dos medidas se quedaría de todas las que se aplicaron?
- Evidentemente, las más importantes han sido el uso de las mascarillas y la polémica medida de reducir el contacto social. Se aplicaron medidas como no poder moverte de tu municipio... Lógicamente, al virus le daba igual de dónde vinieras, pero el fin último era reducir la interacción social. Esto se vio muy claro en la tercera ola, después de las reuniones con motivo de la Navidad de 2020. En enero nos encontramos con una ola con tanto volumen de pacientes como en la primera. La diferencia es que ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos.
Otras fueron absurdas.
- Algunos países limpiaban las calles con lejía... También sabemos que, frente a un virus respiratorio, no es tan importante obligar a una persona que está sola en la playa, bañarse con mascarilla. Creo que la mayoría de la gente era consciente de que algunas medidas iban asociadas con otras.
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