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El acuerdo que firmaron PSOE y Podemos a finales de 2019 reflejó por primera vez la posibilidad del traspaso de algunas competencias como la formación sanitaria especializada (MIR). Quedó plasmado en un documento. Dos años después la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, desvelaba que entre los grupos de trabajo entre Gobierno y Generalitat se abordaría el traspaso de competencias de los MIR. Y de nuevo, a la espera de la formación de un Gobierno, la formación sanitaria especializada vuelve a utilizarse como moneda de cambio, pese a que el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, tuviera que salir este lunes a desmentirlo ante la avalancha de críticas surgidas como la realizada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
El artículo 22 de la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias fija la convocatoria de formación especializada como una de las pocas competencias que conserva el Ministerio de Sanidad sin transferir a las comunidades autónomas. Y así debe seguir, en opinión de los profesionales sanitarios salmantinos y de toda la comunidad médica. La coordinadora de docencia del MIR del Complejo Asistencial de Salamanca, Lourdes Vázquez, considera que el sistema actual «es la principal clave de la buena calidad de la sanidad española». «Ni se puede, ni se debe hacer. Creo que es impensable e inviable», explica la hematóloga salmantina, que no es capaz de vislumbrar un horizonte sin un MIR único. «Cambiaría de tal forma que se pondría en duda todo el sistema sanitario», lamenta, aunque insiste en que no lo ve real.
El presidente de CESM Salamanca, Ángel Bajo, se muestra contundente: «Es una barbaridad en la que estamos absolutamente en contra la inmensa mayoría de la profesión médica y de todos los sanitarios de formación especializada». «Si se hiciera, no se haría nunca pensando en el bien común de la formación de los médicos, ni de los pacientes, solo en busca de contentar a unos en detrimento de otros·», apunta Bajo. Por ello, deja claro que «no hay motivos médicos, sanitarios, docentes, ni de calidad» que puedan justificar una cesión de competencias. «Nuestra postura —concluyó— es clara y diáfana en defensa de un MIR que funciona».
Por su parte, José Antonio Mirón, como representante del Colegio de Médicos de Salamanca y vocal de la junta directiva, considera que romper el «sistema único» y para toda España conlleva «alterar y romper un sistema que garantiza la igualdad de oportunidades». «Pasaría lo que pasa con la Ebau que según donde se realice se tienen más facilidades o más dificultades lo que produce desajustes y va en contra de la igualdad», pone a modo de ejemplo. «A los supremacistas catalanes y vascos les gusta controlar todo porque se creen que ellos hacen mejor que nadie las cosas; pero hasta ahora lo que vemos el resto de españoles es que quieren diferenciarse e independizarse porque se creen superiores y esta superioridad es subjetiva y se debe a privilegios que se le otorgaron para tranquilizarlos», lamenta Mirón.
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