![Medicina Interna bate récord de contratos para fomentar la excelencia en investigación](https://s3.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2025/02/07/hospital%20reportaje%20de%20(20265300)-RLY9jVempppZrorTXRKAVCM-1200x840@Gaceta%20Salamanca.jpg)
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La apuesta de Medicina Interna por potenciar la investigación entre sus especialistas les ha convertido en el servicio con más capacidad investigadora de la Comunidad -con mucha diferencia-, pero también en un referente a nivel nacional en determinadas áreas de trabajo como alcoholismo, enfermedades infecciosas o pacientes pluripatológicos.
Uno de los indicadores más objetivos de la capacidad y calidad investigadora del departamento salmantino es la cantidad de médicos que cuentan con alguno de los contratos con los que el Instituto de Salud Carlos III premia la excelencia como los Miguel Servet, Río Hortega, Juan Rodés, becas Banco Santander y contratos de intensificación de la Gerencia Regional de Salud.
«El 1 de enero han comenzado los contratos concedidos por el Instituto de Salud Carlos III, tras un proceso de selección competitiva, un contrato Río Hortega (Víctor Vega), un contrato Juan Rodés (Cristina Carbonell) y un contrato Miguel Servet (Morena Scotece). Estos investigadores se suman a otros contratos previos de Río Hortega (Beatriz Rodríguez), Sara Borrell (Maura Rojas) y PFIS (Daniel Salete), así como diversos contratos de intensificación del propio Instituto Carlos III, de la Gerencia Regional de Salud y del IBSAL», explica el responsable del servicio, José Ángel Martín Oterino.
A estos contratos hay que incorporar una de las becas concedidas por el Banco Santander a Laura Niño.
Entre los investigadores principales de los diversos ensayos clínicos y contratos vinculados a la investigación figuran los nombres de 'veteranos' del servicio como José Ángel Martín Oterino, Antonio Chamorro, Moncef Belhassen y Miguel Marcos. De hecho, el génesis de este boom por la exploración biosanitaria en Interna arranca con la figura de Miguel Marcos. «Todo empezó con este señor y sus becas de intensificación. Esto no es una carrera de velocidad, sino de fondo. Durante años hemos sido de los servicios con más contratos de intensificación que han ido abriendo el camino a que otros médicos se incorporen a la investigación», añade Moncef Belhassen.
El jefe de Medicina Interna -José Ángel Martín Oterino- considera que la covid marcó un punto de inflexión en este ámbito: «Aprovechando la pandemia conseguimos hacer de la necesidad virtud y nos organizamos para darle un impulso enorme a la investigación».
Oterino añade que «a raíz de la pandemia se creó, con el apoyo del IBSAL, una infraestructura de investigación que ahora sirve de apoyo para el resto del servicio». El Hospital ha consolidado una estructura dentro del propio departamento de Medicina Interna que está destinada a potenciar y facilitar la investigación de los especialistas: «Las figuras de Mónica y Juan dan una cobertura clave a los especialistas porque en la investigación hay cuestiones menores, papeleo, gestiones y tareas que quitan muchísimo tiempo y que hacen que sea imposible trabajar por tu cuenta», destaca el internista jefe.
El modelo de investigación que se practica en el servicio de Medicina Interna del Hospital de Salamanca viene condicionado por el tipo de enfermedades que tratan. «Hemos hecho una investigación que es traslacional en todos los aspectos. Hemos visto cuestiones de diagnóstico, cuestiones epidemiológicas, cuestiones de patogenia, pronóstico, terapéuticas…», enumeran los integrantes del departamento.
Respecto a los campos de estudio en los que más ha profundizado el equipo salmantino destaca el de las enfermedades infecciosas, donde Salamanca es uno de los referentes nacionales en el conocimiento del virus Crimea-Congo. También se está realizando un análisis más exhaustivo del impacto de la gripe y la respuesta inmunológica que produce en determinadas personas.
Por su parte, Miguel Marcos tiene un amplio recorrido en el estudio del consumo de alcohol y la repercusión que produce en un órgano clave como es el hígado. Más recientemente se están abriendo líneas de investigación orientadas al paciente pluripatológico, intentando describir cómo sufren con el paso de los años los organismos que están sufriendo muchas enfermedades al mismo tiempo.
Todos los contratos de investigación que concede el Instituto de Salud Carlos III son competitivos. Es decir, los candidatos de todo el país deben presentar su currículo, el de sus tutores, y el proyecto sobre el que quieren investigar. Al ser una convocatoria altamente competitiva, solo un pequeño porcentaje de los aspirantes consigue la ayuda.
En el caso de los Río Hortega, son contratos de dos años. Si el desarrollo de la investigación ha sido exitoso, pero no ha culminado, se puede conseguir una prolongación: serían los contratos Juan Rodés, que en este caso son de cuatro años.
La ventaja de estos apoyos es que el Carlos III se hace cargo de prácticamente todo el sueldo de ese profesional con el condicionante de que su jornada debe tener una parte asistencial, pero con predominio de las horas que se le dedican a la investigación.
Medicina Interna de Salamanca cuenta con otro modelo de contratos -ya no se denominan becas- como los Miguel Servet, los Sara Borrell, los contratos PFIS y las becas que concede la Gerencia Regional de Salud.
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