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Lunes, 12 de julio 2021, 20:54
Casi como en familia, con un trato muy cercano y un seguimiento personalizado a cada residente. Así trabajan los profesionales de la Residencia de Mayores La Casa del Abuelo, situada en Cantalpino.
Un modo de trabajar por el que se ha apostado desde el inicio de este centro pero que como reconocen sus responsables “se ha agudizado tras la pandemia. Las familias lo han pasado muy mal en este tiempo y por eso hemos intentado estar más cerca de ellos, informarles constantemente y facilitar todo tipo de vías de comunicación seguras para que ellos hayan podido estar más tranquilos”.
Ahora, en pleno proceso de adaptación a una nueva normalidad, las visitas se permiten siguiendo todo los protocolos y sus mayores disfrutan de actividades gracias al servicio de terapia ocupacional que tienen a diario. La ventaja de estar situada en un pueblo también les permite paseos y disfrutar mucho al aire libre.
Contenido patrocinado por la Residencia de Mayores La Casa del Abuelo
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