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Imagen de una reunión entre la jefa de Urología, Fernanda Lorenzo, y personal de Atención Primaria L.G.
Mayor vigilancia frente al cáncer de próstata: se detectan hasta 50 casos al mes

Mayor vigilancia frente al cáncer de próstata: se detectan hasta 50 casos al mes

Urología atiende “en un plazo máximo de una semana” las sospechas de cáncer que se detectan en Atención Primaria, todo con el objetivo de realizar un diagnóstico precoz para poder recurrir a los tratamientos menos invasivos y que no dejen secuelas

Lunes, 10 de abril 2023, 23:30

La coordinación entre los médicos de familia de Salamanca y el servicio de Urología está permitiendo adelantar de forma considerable el diagnóstico del cáncer de próstata y, sobre todo, afrontar los casos cuando aún están en estadios precoces y se puede evitar la cirugía.

En los últimos meses se ha disparado el número de diagnósticos de cáncer de próstata -hasta medio centenar en un solo mes-, pero desde el Hospital de Salamanca se asegura que “la incidencia de esta enfermedad no ha crecido” y se insiste en que la clave está en “la premura con la que se está logrando el diagnóstico de este cáncer”, apunta la jefa del departamento de Urología, María Fernanda Lorenzo.

Esa premura a la que se refiere la profesora de la Universidad tiene cifras concretas y son de “un máximo de siete días desde el momento en el que el médico de Atención Primaria considera que existe una clara sospecha de malignidad en el aparato urinario”.

Los médicos de familia cuentan con varios recursos para derivar de forma muy urgente a los pacientes que sospechan que padecen cáncer de próstata. Generalmente la alarma se enciende cuando se somete al paciente a una analítica y el PSA -el marcador tumoral por excelencia para el cáncer de próstata- presenta unos niveles muy elevados. De manera menos frecuente, los médicos de familia también pueden alertar de un posible tumor a través de un tacto rectal, cuando comprueban que la próstata está dura. “La vía más rápida para acelerar el proceso es la interconsulta no presencial”, destacan los urólogos salmantinos. Desde hace años está habilitada una línea de comunicación interna entre los médicos de Primaria y los del Hospital. Cuando este ‘correo’ hace mención a la sospecha de un cáncer de próstata por un PSA elevado la atención “no se demora en más de una semana”.

A partir de ese momento se habla con el paciente y se le indica que el siguiente paso debe ser una biopsia de próstata para obtener el diagnóstico definitivo. La velocidad es clave porque dependiendo de lo avanzado que pueda estar el tumor, las formas de manejarlo son diferentes y, sobre todo, las consecuencias de estos tratamientos, que oscilan desde la recuperación completa –cuando se actúa de forma precoz-, a padecer un cáncer incurable, impotencia e incontinencia urinaria, en el peor de los casos.

Si detectamos el tumor precozmente podemos realizar tratamientos mínimamente invasivos, que tiene menos efectos secundarios”, destaca la doctora Lorenzo, que añade: “Otra de las razones por las que debemos potenciar el diagnóstico precoz es porque si detectamos el tumor cuando ya es metastásico, no podrá ser curado, se utilice lo que se utilice. Solo conseguiremos alargar la vida del paciente, pero el tumor ya no es curable”.

Desde las consultas de Atención Primaria confirman que “efectivamente, los tiempos de respuesta de la interconsulta con el servicio de Urología han mejorado mucho, concretamente desde que la propia Fernanda Lorenzo se ha hecho cargo de ella. Se le envían casos durante la semana y los ve al lunes siguiente”, apunta el doctor Lucas Fernández.

Resonancia: la técnica diagnóstica ‘inviable’ para el cáncer de próstata

“El PSA es un marcador tumoral que falla en muchas ocasiones, y el tacto rectal parece que está en desuso. Posiblemente la mejor técnica diagnóstica para encontrar tumores de próstata sea la resonancia, pero es inviable porque es una técnica cara -entre 200 y 350 euros cada prueba- y conllevaría unos tiempos de espera muy amplios porque hace falta un aparato que no hay en los centros de salud y que dentro de los hospitales ya está bastante saturado”, argumenta el médico de familia Lucas Fernández.

Frente a la dificultad de realizar resonancias de próstata para cribar a pacientes ‘sanos’, los centros de salud recurren a las analíticas de orina, sangre y el tacto rectal. “El tacto rectal se hace cada vez menos. Al paciente no le gusta, ya lo sabemos, pero es útil. Tampoco es infalible porque el dedo del médico no es capaz de llegar a toda la próstata, pero si encuentra rugosidad o dureza es un síntoma muy significativo”, añade el facultativo.

En los pacientes de más edad el tacto es inevitable puesto que los laboratorios clínicos no realizan determinaciones de PSA para cribados en pacientes sanos de más de 76 años.

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