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En una mañana despejada y ante la atenta mirada de cientos de salmantinos, Ángel Rufino de Haro, 'El Mariquelo', ha vuelto a protagonizar su tradicional ascenso a la torre de la Catedral Nueva de Salamanca en la víspera de Todos los Santos.
En esta XXXVII edición, tampoco hubo caballistas ni ha subido hasta la cima porque se lo tienen prohibido, pero su ascenso ha venido acompañado de un significado muy especial dedicado a los familiares y enfermos de la asociación ELACyL y la asociación Parkinson Salamanca.
Asimismo, ha recordado a las víctimas mortales por el conflicto de Oriente Medio y de Ucrania. «Las imágenes que muestran los medios de comunicación son desoladoras», ha expresado.
Primero ha salido por el hueco del reloj y después ha ascendido hasta la campana 'María de la O'. Una vez allí se ha esperado a que el reloj marcara las 12:00 horas para interpretar la popular charrada de 'El Mariquelo', así como para recordar la tradición centenaria de su familia y dar gracias porque el terremoto de Lisboa de 1755 apenas dañó la construcción y no ocasionó víctimas mortales en la ciudad.
También ha rezado un Padre Nuestro y ha protagonizado la suelta de dos palomas blancas concluyendo con regocijos como «Viva Salamanca» o «Viva Castilla y León».
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