La magia del radar de tramo

Los radares de tramo han demostrado que son una herramienta muy eficaz para reducir la velocidad de circulación de los vehículos, también en los tramos urbanos.

Así lo constatan los datos recopilados por el Ayuntamiento sobre la celeridad media con la que transitan los coches por la avenida de Lasalle, acotada a 30 kilómetros por hora.

Nueve meses antes de que se instalara el radar de tramo en esta avenida los automóviles circulaban a un paso promedio de 49,64 kilómetros por hora en dirección entrada a la ciudad.

En febrero de este año, 14 meses después de la implantación de este dispositivo, la velocidad ha caído hasta los 27,66 kilómetros por hora, un 44,2 % menos.

En cuanto a la salida, en este tiempo los coches han pasado de circular a 51,27 kilómetros hora a 34,03 kilómetros por hora, experimentando un descenso del 33,6%. En este caso llama la atención que la media supera en 4 kilómetros el límite máximo permitido de 30 kilómetros por hora impuesto en la travesía, según la información de la Concejalía de Policía.

De hecho en este tramo se han registrado 754 sanciones por exceso de velocidad durante todo 2024, el primer año completo con el radar activo, ya que se instaló solo dos meses antes de que acabara 2023.

Esta cifra arroja una media de más de dos multas diarias, a las que habría que sumar las 214 anotadas por el radar fijo que se instala en esta misma vía a la altura del número 24.

Sin duda, el radar de tramo de esta avenida del barrio de Tejares es el que más «caza» de la ciudad de lejos, seguido por el fijo de Vía Helmántica que el año pasado detectó a 624 infractores.

Además de en Lasalle, el Ayuntamiento de Salamanca también instaló otro radar de tramo en la avenida José de Lamano Beneite, en Huerta Otea, los dos primeros ubicados en vías urbanas.

En este caso, el radar sancionó a 38 infractores, muy lejos de las cifra de Lasalle dado que esta avenida no es una vía de acceso principal como ocurre con la arteria de Tejares.

Los vecinos tanto del barrio de Huerta Otea como de Tejares están satisfechos con el resultado de los radares de tramo que hacen una media entre la velocidad a la que se entra en un trayecto de 400 metros y a la que se sale.

En el caso de la avenida José de Lamano Beneite se quejaban de carreras ilegales por las noches, algo que ahora no han vuelto a detectar. «Además de la velocidad, ha bajado mucho en tráfico, la gente prefiere irse por otra zona para no arriesgarse», señala la presidenta de la asociación de vecinos, Elena Rodríguez.

No obstante, indica que en la avenida Ramos Andrade, donde se ha instalado un radar fijo, sigue habiendo problemas con el exceso de velocidad.

En Tejares también hay satisfacción con la eficacia del radar de tramo de la avenida de Lasalle, donde además de atajarse los problemas de exceso de velocidad, también han disminuido los ruidos.

No obstante, el presidente de los vecinos, José Carlos Dorado, vuelve a recordar el problema que existe por el mal estado de la calzada, así como con la red de abastecimiento que pasar por la zona en la que se detectan continuos reventones.

«Si el Ayuntamiento no lo puede arreglar directamente porque la travesía es propiedad del Gobierno, que ejecute las acciones de forma subsidiaria», propone Dorado. «Deberían ser coherentes y buscar un momento adecuado para ejecutar una actuación integral».

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