Los visitantes más molestos y ruidosos de Salamanca se multiplican

La llegada del otoño y el descenso de temperaturas ha provocado un incremento de la población de estorninos en la ciudad. Una presencia que, más que ver, se puede sentir al amanecer y al anochecer, especialmente en determinadas zonas de la ciudad como el entorno de La Alamedilla, Carmelitas y el parque San Francisco debido el intenso ruido con el que inundan su entorno. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Salamanca abordará de forma inminente una campaña “intensiva y transversal” para poner coto a estos vecinos tan molestos. Cabe recordar que ya trabaja desde el verano para el control de estas aves. Debido a que cada vez llegan más pronto a los entornos urbanos, el servicio municipal que se encarga de estas tareas inició su labor el pasado 19 de julio, tan solo días después de que los termómetros alcanzaran cotas de hasta 40 grados y a pesar de que esta especie suele refugiarse en las ciudades buscando calor.

El cambio está motivado por el adelanto de la época de cría, que modifica los tiempos del resto de su ciclo vital, anticipando su regreso a los núcleos urbanos. La presencia de estas aves también obliga a reforzar el servicio de limpieza de suelos y bancos de las zonas en las que se asientan para dormir. Como ejemplo del trabajo realizado por el Ayuntamiento, en el año 2016, cuando no se actuaba en verano, el censo de estorninos rondaba los 270.000 ejemplares en la capital del Tormes. Actualmente, según la información de la Administración local, ronda los 13.000.

Desde el verano se utilizan aparatos de disuasión acústica con pirotécnica con y sin estallido, así como ahuyentadores portátiles.

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