Los salmantinos se suman a la compra compulsiva de aceite de girasol

La compra compulsiva de aceite de girasol continúa en Salamanca por el miedo a que la guerra de Ucrania pueda desabastecer al mercado, ya que este país del Este de Europa es el principal suministrador de España. Durante toda la semana por la mañana se repetían las escenas en los accesos de algunos supermercados de clientes esperando para ser los primeros en entrar y asegurarse el suministro.

Trabajadores de los mismos aseguran que cada mañana se reponen las existencias de aceite de girasol, pero a las pocas horas las estanterías vuelven a estar vacías. Esta situación se repite desde el fin de semana pasado, por lo que algunas marcas han tomado la decisión de racionar los productos, reduciendo el número de botellas a una, tres o cinco —según el supermercado— por cliente. Para esquivar la medida algunos salmantinos hacen acopio entrando varias veces a comprar en el establecimiento.

El incremento abrupto de la demanda ha derivado en un aumento del precio. Así, en solo un semana el litro ha pasado de costar menos de 2 euros de media a rozar los 3 euros en algunos casos. La situación ha “contagiado” al aceite de oliva, que también empieza a escasear en los estantes y que también se ha encarecido, para costar entre 4,75 y 10 euros el litro. De acuerdo a las declaraciones de algunos supermercados, reciben también preguntas de responsables de bares y restaurantes porque, según aseguran, las cadenas dedicadas al canal horeca presentan rotura de stock. Esto es lo que ha ocurrido al menos en uno de los dos establecimientos que surten a mayoristas desde Mecasalamanca, aunque reconocen que intentan suministrarse a través de pequeños productores para responder a la demanda. Por su parte, las organizaciones de consumidores OCU y Facua han lamentado la decisión de limitar la oferta a un número determinado de botellas por cliente, al considerar que puede incidir en el incremento de los precios.

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