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Los opositores Víctor Rodríguez e Irene Fraile. Al fondo, la directora de la academia Acespol, Marta Rodríguez ALMEIDA
Los salmantinos que (ahora sí) optan a ser Policía Nacional tras eliminarse el requisito de la altura

Los salmantinos que (ahora sí) optan a ser Policía Nacional tras eliminarse el requisito de la altura

Víctor e Irene dejan atrás dormir en el suelo o la tabla de inversión vertical para ganar unos milímetros

Jueves, 1 de diciembre 2022, 19:55

Dormir en el suelo, estiramientos, media hora colgados en la tabla de inversión vertical, darse un golpe en la cabeza para tener un chichón o informarse sobre la infiltración de ácido hialurónico en los talones. Víctor Rodríguez e Irene Fraile estuvieron dispuestos a todo lo que hiciera falta para conseguir unos milímetros de más.

“Se supone que juegas un poco con el líquido intervertebral y si las almohadillas están bien hidratadas puedes lograr esa altura”, reconocen. Pero ese día no lo lograron y 2023, por fin, será su año. O al menos así lo esperan. Ambos son dos de los muchos opositores al Cuerpo de Policía Nacional que debido a la estatura mínima en la pasada convocatoria se quedaron fuera y no pudieron lograr su sueño. Ahora, ese requisito se ha eliminado y ambos respiran aliviados.

Marta Rodríguez es la directoria de la academia Acespol donde ambos se preparan. “Creo que los dos podrían haber aprobado, pero sobre todo Irene porque es la que más tiempo lleva y tenía muy buena preparación tanto en la parte teórica como en la parte práctica”, reconoce. “Sin embargo se establecía un mínimo de 1,60 metros para mujeres y 1,65 para hombres y ese día cuando les midieron no llegaron”, lamenta.

Ahora, tras la novedad introducida en el Real Decreto 853/2022, de 11 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de procesos selectivos y formación, la estatura mínima ya es pasado. “Se nos quitó un peso de encima muy grande”, asegura Víctor, de 31 años. Y después de escuchar su historia no es para menos.

Además del gran esfuerzo al que tiene que someterse cualquier opositor de Policía Nacional, sacando al menos ocho horas al día para hincar los codos sobre los libros y practicar cada prueba física para conseguir los tiempos específicos, ellos tenían su particular rutina para ‘alargarse’. “Alguien que mida 1,50 no se va a presentar pero quien está en el límite sí porque haciendo ejercicios sabe que lo puede conseguir”, explica la directora de la academia.

Para lograrlo, Irene realizó todo tipo de sacrificios. “Yo llevo preparándome desde 2020 y los tres meses antes del día que nos medían dormí en el suelo. Es cierto que me ponía una espuma para evitar el frío pero prácticamente en el suelo. Fui a fisioterapeutas para estirar, descargar y corregir postura; a un quiropráctico que me recomendaron de Salamanca que era muy bueno; y me compré una tabla de inversión vertical”, relata. Este último ejercicio consiste en colgarse de los pies sobre la banqueta y esta se va elevando hasta que, a modo de murciélago, los pies acaban arriba y la cabeza rozando el suelo. “Al principio duras un minuto porque la sangre se te va a la cabeza pero vas aumentando los minutos colgados y practicando todos los días llegas a estar 30 y 40 minutos colgado”, añade la joven, de tan solo 25 años.

Sin embargo, el día del examen hubo factores que influyeron y que no les permitió coger la altura deseada. “Reservamos un hotel en Ávila la noche de antes y nos levantamos con el tiempo justo para estar todo lo posible tumbados. Cuando llegas al pabellón separan a chicos y chicas y mientras que el resto estaba haciendo estiramientos y calentando —pues ese día también tuvimos que hacer la parte física— nosotros estábamos tumbados en mitad del pabellón. La gente te mira raro pero los funcionarios no te dicen nada porque saben por qué lo estás haciendo”, cuentan los opositores. “Ese día estábamos nerviosos, hacía mucho frío en Ávila, nos midieron contra el tallímetro cuando yo estaba acostumbrado a hacerlo pegado a la pared...”, añade Víctor.

Lo cierto es que a pesar de varios intentos ninguno de los dos pasó la prueba y tuvieron que abandonar el proceso de selección. “Te vienes abajo porque aunque opositar es duro si tú tienes ilusión y constancia lo sacas. Pero claro, la estatura ya no depende de ti. Cuando me tiraron dije objetivamente ‘Ya no’. Te vienes un poco abajo... Yo me llevé los libros de la academia pero en realidad nunca los guardé porque siempre he tenido la esperanza de que algún día quitaran ese requisito”, añade Irene. Hoy ya es una realidad y al siguiente proceso selectivo, que está previsto que arranque a finales de enero, se presentarán sin tener que depender de un metro, algo que les lleva a estar más cerca de alcanzar una de las 2.456 plazas que la dirección general de la Policía Nacional convoca para su Escala Básica.

Adiós a las palabras en desuso

Los salmantinos también aplauden otras de las principales novedades de esta convocatoria, en la que desaparece la controvertida prueba de ortografía. “Se trataba de un ejercicio eliminatorio. Te ponían 100 palabras y en ocho minutos tenías que decir si estaba bien o mal escrita. El problema es que había muchas que no eran comunes. De hecho, introducían algunas que estaban en desuso. También era complicada por los extranjerismos, que tenías que decir si iban en cursiva o entrecomillados. Prácticamente te tenías que aprender el diccionario para aprobar”, dice Marta Rodríguez. “Era una lotería porque unas veces sacabas un 8 y otras un 3”, concluye Irene.

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