

Secciones
Destacamos
Jueves, 26 de marzo 2020, 10:19
El Real Decreto que establece el estado de alarma en el país incluye una disposición —la adicional tercera concretamente— que fija la suspensión de los plazos administrativos en todo el sector público, circunstancia que se mantendrá en caso de que haya prórrogas. Un hecho que ha dejado “colgados” a miles de salmantinos que habían empezado a preparar una oposiciones, ya que la medida implica también la paralización de este tipo de procedimientos, decenas de ellos que estaban en marcha y a los que iban a concurrir muchos ciudadanos.
El efecto de la suspensión es muy amplio. En el Ayuntamiento de Salamanca, por ejemplo, había en proceso 8 convocatorias de empleo público, mientras que la Junta acumulaba solo en Sanidad la tramitación de 41 oposiciones, a las que hay que sumar otras dos en Educación y cinco en la administración general. En este caso, estaban pendientes de convocarse durante el año otros 66 procedimientos, de funcionarios y personal laboral. Aquí también se incluyen las de promoción interna.
La interrupción ha llegado en algunos casos en la parte final de la oposición. Así ha ocurrido en la de tramitador procesal administrativo convocada por el Ministerio de Justicia, cuya paralización tuvo lugar apenas unos días antes de que se realizara el último de los ejercicios. Igual ha sucedido en la de Policía Local del Ayuntamiento de Salamanca.
Entre las oposiciones que esperaban más salmantinos y que ahora quedan en el aire, destacan las de profesor de Secundaria, para las que se suelen apuntar alrededor de 10.000 personas, o las de auxiliar administrativo del Ayuntamiento y de la Universidad de Salamanca —a esta última había cerca de 3.000 solicitudes—. Dar salida a todas ellas en menos tiempo conlleva un problema: la disponibilidad de sedes, ya que este tipo de pruebas multitudinarias se realiza casi siempre en los mismos lugares.
A Belén Merino la suspensión de todas las oposiciones le pilló en el peor momento. El pasado sábado hubiera tenido que realizar el tercer y último ejercicio de la convocatoria para tramitador procesal administrativo del Ministerio de Justicia. Un trabajo de tiempo que ahora queda en el limbo por culpa del coronavirus. “Hasta la manifestación del 8M parecía que no pasaba nada, y después de esa jornada, todo. Pero antes de eso todo apuntaba a que esto podía ocurrir”, indica.
Un problema más a los muchos que había experimentado esta oposición “por retrasos y fallos”, señala Belén, por lo que el desgaste psicológico aumenta. En su caso se suma que tiene un hijo pequeño, de solo tres años, lo que implica un obstáculo para poder estudiar con normalidad en una situación de confinamiento. “Antes me levantaba a las 5 de la mañana, llevaba a mi hijo al colegio y, hasta que lo recogía, estudiaba en la biblioteca”, explica. Una rutina que ahora no puede seguir encerrada en casa. “La concentración para estudiar no es la misma y además no tenemos una fecha concreta para hacer ese ejercicio”, dice.
Pese a las adversidades y haber visto cerca el final de un proceso duro, Belén confía en que al menos una de las 617 plazas en juego acabe en sus manos.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a M.D. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.