Los protagonistas de las primeras elecciones municipales de la democracia en una “tercermundista” Salamanca

“La ciudad estaba en una situación calamitosa con más de seiscientas calles en barro. Era tercermundista”. Así recuerda Salamanca el que hace cuarenta años se convirtió en su alcalde, Jesús Málaga. Un martes, el 3 de abril de 1979, los vecinos de la ciudad del Tormes fueron llamados a las urnas para votar en las primeras elecciones democráticas. Siete eran las opciones: UCD, PSOE, el PCE, Coalición Democrática —que integraba entre otras formaciones a una todavía incipiente Alianza Popular—, Fuerza Nueva, Partido del Trabajo de España y Liga Comunista Revolucionaria. Todas las candidaturas figuraban en unos grandes paneles ubicados en los colegios electorales. Eran 189 aspirantes para 27 escaños.

“Ni por imaginación ni en el sueño más extraño”, Pilar Fernández Labrador se hubiera imaginado que iba a encabezar la lista más votada, la de Unión de Centro Democrático. Durante la campaña ya la llamaban “alcaldesa”. “Estaba todo por hacer, había tantos proyectos de futuro”, recuerda la exconcejala del PP. Su lista fue la que obtuvo más apoyo, pero los 28.076 sufragios —13 concejales— obtenidos fueron insuficientes para gobernar. No hizo falta negociación, la misma noche electoral los miembros del Partido Comunista, con su candidato a la cabeza, José Castro Rabadán —fallecido el pasado mayo—, fueron a la sede del PSOE, ubicada en la avenida de Portugal, no muy lejos de los cines Taramona, a celebrar su victoria. Los 23.567 votos —11 concejales— que obtuvo Málaga sumados a los 6.796 —3 concejales— del PCE les permitían gobernar el Consistorio charro. Con el también fallecido en 2018 Francisco García Hernández a la cabeza, Coalición Democrática, por su parte, no logró el 5% de los sufragios, por lo que se quedó fuera de la Corporación.

El ambiente de la jornada de votación no fue muy distinto a las de la actualidad. “La votación se inició a las nueve de la mañana y, salvo en algunos casos, la animación no se produjo hasta muy avanzada la mañana”, narraba LA GACETA un día después. La sorpresa llegó en el recuento. “Los resultados han sido en cierto modo imprevistos. Solo nos ha sorprendido el resultado, en el que ha influido mucho la abstención. Ciertamente contábamos con ella, pero tal vez ha sido más abultada de lo previsto”, explicaba Fernández Labrador entonces. “Te advierto que personalmente creo que se puede hacer también una buena gestión desde la oposición. Lo sentí por mi partido, pero por mí no porque lo que buscaba era una entrega total a la ciudad de Salamanca. Y la rivalidad es estéril y solo aniquila la realización de los proyectos”, apunta ahora aquella mujer pionera que ganó pero no gobernó.

El enfrentamiento político sí era diferente, coinciden en señalar hoy los candidatos de UCD y PSOE. Ya como regidor, Jesús Málaga, quiso contar con la colaboración de su principal rival, y Pilar Fernández Labrador se convirtió en su primera teniente de alcalde. “Le día su bastón de mando porque en el fondo entonces se buscaba el acuerdo”, recuerda el exalcalde aludiendo a cómo la realidad política era distinta. “Era muy diferente”, recuerda la entonces candidata aludiendo a que hace cuatro décadas pesaba menos el enfrentamiento entre partidos. Ambos coinciden en que la situación de la ciudad era “tan calamitosa” que les preocupaba más sacarla adelante que perderse en debates infructuosos.

Tras aquella cita electoral, los salmantinos han acudido otras nueve veces a las urnas —en 1983, 1987, 1991, 1995, 1999, 2003, 2007, 2011 y 2015—, y en un mes, el 26 de mayo, lo harán por undécima vez para elegir a los 27 concejales de la Corporación.

Jesús Málaga: “Estaba ya dormido y me despertaron para que fuese de inmediato a la sede del PSOE”

“Yo soy muy dormilón y se me acaban las pilas rápido. Estaba ya dormido y me avisaron para que fuera de inmediato a la sede del PSOE”. Así recuerda Jesús Málaga, quien ese día se convirtió en el tercer alcalde más joven de España, la noche electoral de 1979. “Entré en la sede a hombros de gente. Querían bajar a la Plaza Mayor a celebrarlo pero desde Madrid nos dijeron que fuéramos prudentes”, apunta tras explicar que durante la campaña se produjeron incidentes en mítines celebrados en Hinojosa de Duero y Vitigudino, en uno de los cuales llegó a entrar la Guardia Civil. “Todo era muy distinto. Había un clamor popular por conocer la política de partidos y el sistema democrático. Eran mítines impresionantes”, revive.

Pilar F. Labrador: “Era la primera mujer candidata y todo el mundo me quería meter mucho miedo”

“Fui la primera mujer candidata a la Alcaldía y todo el mundo me quería meter mucho miedo”, señala Pilar Fernández Labrador. La entonces candidata de UCD explica que “desde muy pequeña” se había dedicado a trabajar en grupo. “El servicio a Salamanca me pareció de pronto a una oportunidad. Me vi capaz, no porque fuera mejor sino porque sabía que lo iba a dar todo”, recuerda mientras comenta que siempre ha sido “de la idea de que la vida hay que gastarla”. “Tal vez no lo hubiese hecho mejor, pero sí diferente”, explica quien años después se convirtió en una emblemática concejala de Cultura del PP. “Lo más importante en mi gestión habría sido servir a las personas”, añade antes de aludir a la gran transformación que desde 1979 ha experimentado la ciudad.

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