Los jóvenes salmantinos, los más afectados por la pérdida de empleo en la pandemia

La pandemia ha desencadenado una crisis económica que en intensidad nunca se había visto y que se ha trasladado también al mercado laboral. En el caso de Salamanca, las consecuencias se están centrando sobre todo entre los más jóvenes, como muestran los datos de afiliación. El descenso de trabajadores dados de alta entre los menores de 30 años está siendo superior y contrasta con la tendencia de las franjas de edad más elevadas, a partir de 55, que experimentan avances pese al coronavirus. Los ERTE están contribuyendo a contener el impacto de la crisis entre los mayores, mientras que el desplome de la contratación temporal, más habitual entre los jóvenes, está teniendo una especial incidencia en ellos.

La tendencia que está viviendo Salamanca se repite en otras provincias de Castilla y León, con una notable pérdida entre los menores de 30 años, un descenso de afiliados contenido entre los trabajadores de mediana edad y un incremento de cotizantes en las franjas más elevadas. Los datos de la Seguridad Social en noviembre en la provincia salmantina muestran que de los 16 a los 29 años se han perdido cerca de 2.300 trabajadores en comparación con el mismo mes del año pasado, una cifra considerable. Miguel Ángel Malo, profesor de Economía en la Universidad de Salamanca y experto en mercado laboral, explica que los jóvenes están sufriendo el importante recorte en la contratación temporal. “Se trata de uno de los colectivos que más depende de este tipo de contratos. Son los que más han caído y por eso la bajada de afiliados es más intensa en ellos”, apunta.

La temporalidad ha sido una de las más damnificadas por la crisis económica. Contratos como los de obra y servicio o los eventuales por circunstancias de la producción han registrado caídas del 40% de enero a noviembre respecto al mismo periodo de 2019 en Salamanca. La contratación fija también se ha resentido, según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), aunque menos, un 24%.

Los afiliados a la Seguridad Social de mediana edad también han experimentado un descenso de cotizantes en comparación con el año pasado, aunque en términos porcentuales sea inferior al de los menores de 30 años. Miguel Ángel Malo explica que una de las causas que está contribuyendo a la contención tiene que ver con los ERTE, que por ahora están impidiendo despidos masivos en las empresas, sobre todo de personal indefinido. “Es una crisis diferente a otras por este motivo. Hay despidos, pero menos, y donde más se nota el desplome de la actividad económica es en el número de nuevos contratos”, indica Miguel Ángel Malo. También ha contribuido a moderar el impacto de la pandemia en las franjas de mediana edad la mayor contratación del sector público, especialmente en el ámbito sanitario y el educativo, ya que es en estos colectivos donde más trabajadores han sumado.

Lo más llamativo de la comparación entre un año y otro, sin embargo, es lo que ocurre con los mayores de 55 años, que suman un millar más de afiliados. La explicación resulta difícil, reconoce Miguel Ángel Malo. “Los ERTE contribuyen a reducir despidos, pero no para que haya un aumento de afiliados”, señala. Lo cierto es que lo sucedido en Salamanca también se da en otras provincias de Castilla y León, como Zamora o Valladolid.

Las perspectivas en lo que queda de año y sobre todo en el inicio de 2021 van a estar ligadas a las noticias sobre la vacunación del coronavirus. “Los anuncios sobre su eficacia ya han tenido impacto y habrá que ver cuál es su efecto en el mercado laboral en los próximos meses”, apunta el profesor de la Universidad de Salamanca, que también considera esencial la evolución de sectores como la hostelería y las decisiones que se adopten sobre los ERTE. “Está claro que, por ahora, los más perjudicados por la crisis son los jóvenes y también los autónomos, por la pérdida de ingresos que han sufrido en los últimos meses”, añade.

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