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Sábado, 11 de abril 2020, 23:03
La Consejería de Educación va a repartir tarjetas SIM para dispositivos digitales a los alumnos que no tengan acceso a internet. De esta forma pretende solucionar uno de los problemas que plantean las clases online que, a la vista de la prolongación del estado de alarma, será el único método posible a la vuelta de la Semana Santa para continuar con la enseñanza. La Junta quiere agilizar al máximo la distribución de las tarjetas y, pese a estar en vacaciones, ha solicitado a los equipos directivos de los centros educativos y a los docentes que informen de los estudiantes que no disponen de acceso a internet. El objetivo es que a la vuelta de este periodo de descanso se haya repartido la mayoría.
La cantidad de tarjetas de las que dispone la Junta es de al menos un millar, que tienen hasta 60 gigas de datos al mes. Las unidades provienen del convenio firmado con el Ministerio de Educación con una operadora de telecomunicaciones. La asignación a la provincia salmantina iba a ser de 104 tarjetas, aunque en ese primer reparto la cifra de la que disponía la Consejería de Educación era de 690 en total. Al aumentar hasta el millar de unidades, el número de tarjetas que se distribuirán entre alumnos de la provincia salmantina rondará las 150.
La ampliación de recursos ha permitido llegar a más etapas educativas. En un principio, y al contar con solo 690, la Junta había decidido repartirlas entre los estudiantes de Bachillerato y ciclos de grado medio y superior de FP. Al subir hasta las 1.000 tarjetas SIM, le permitirá atender también a alumnos de Secundaria y FP Básica.
La meta que se ha marcado Educación consiste en que los escolares cuenten con las tarjetas a la vuelta de las vacaciones. Las direcciones provinciales se han puesto en contacto en los últimos días con los centros educativos para que envíen la relación de estudiantes con problemas para acceder a internet, a los que se les ofrecerá la posibilidad de contar con la tarjeta SIM con datos para poder trabajar desde casa.
Las primeras clases online han permitido descubrir que hay una pequeña parte del alumnado que no dispone de internet en casa por razones económicas o por falta de cobertura, sobre todo en municipios más pequeños. La actuación por la Consejería intenta solucionar un problema que se iba a agravar tras las vacaciones de Semana Santa, ya que el estado de alarma se va a prolongar hasta al menos el 26 de abril. La vuelta a las clases presenciales no se vislumbra por ahora en el horizonte. La Junta, de hecho, defiende que para regresar a las aulas, al menos deben haber pasado dos semanas sin positivos en la provincia.
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