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Viernes, 18 de febrero 2022, 21:05
A pesar de que la efectividad plena de la reforma laboral se notará a partir de abril, el mercado salmantino ya muestra síntomas de que está intentando adaptarse lo antes posible. La prueba es lo ocurrido en enero, en el que los contratos indefinidos se han disparado para lo que es habitual en el primer mes del año, mientras que otros, como el de obra y servicio, han experimentado un fuerte descenso.
La reforma laboral establece que, salvo en casos excepcionales, el contrato habitual en España es el indefinido. A la vista de lo que va a ocurrir en un futuro, las empresas salmantinas han empezado a utilizar más esta vía para incorporar trabajadores. Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) constata que en enero se registraron en Salamanca 903 contratos fijos, una cifra jamás registrada antes. Lo habitual en años anteriores era que rondara el medio millar.
El efecto también se ha trasladado a la conversión de temporales en indefinidos, aunque el aumento no es comparable a la anterior estadística. En 2022 han sido 461 las transformaciones, entorno a medio centenar más de la media de anteriores años si exceptuamos 2021, que estuvo marcado por las fuertes restricciones a la actividad económica por la pandemia.
La contrapartida al incremento de los indefinidos la han sufrido los contratos por obra y servicio. La reforma laboral elimina esta figura a partir del 31 de marzo, además de establecer un periodo transitorio para los que se firmen entre el 31 de diciembre del año pasado y esa fecha. En lugar de poder durar tres años más la posibilidad de un prórroga por otro más, en este periodo transitorio los de obra y servicio solo podrán tener una duración máxima de 6 meses. Un hecho que, junto a su próxima desaparición, le resta atractivo para las empresas. De ahí que en enero solo se registraran 1.441, cuando lo normal era que superara los 2.000, y que solo representara el 22% del total de contrataciones, cuando la media de años anteriores era el 30% o 33%.
La sensación entre los empresarios es que muchos de los indefinidos que se están formalizando ahora son en realidad para trabajos temporales, por lo que auguran más despidos al cabo del año. Además, la patronal CES recuerda que la reforma penaliza con una tasa fija a las empresas que utilice contratos temporales inferiores a 30 días. Tendrán que pagar una cotización a la Seguridad Social adicional de 26 euros por cada contrato que den de baja, lo que representa un problema para sectores como la hostelería.
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