Los beneficios terapéuticos de los perros

Decía el escritor Arturo Pérez-Reverte que “nadie que no haya convivido con un perro conocerá nunca, a fondo, hasta dónde llegan las palabras generosidad, compañía y lealtad”. En el Centro de Simulación Clínica Avanzada de la Universidad Pontificia, saben de primera mano lo bonita que es la vida en el momento en el que se tiene compañía canina. Con el curso de intervención asistida con animales, la Facultad de Ciencias de la Salud pretende dar visibilidad a los beneficios terapéuticos que tienen los canes en el ámbito educativo, sanitario, judicial y social, además de en situaciones tan extremas y necesarias como las que viven las personas que son víctimas de violencia de género, de abusos sexuales o de enfermedades como el alzhéimer, el cáncer o la demencia.

Esta acción formativa, que se encuentra en su tercera edición después de que se diera su pistoletazo de salida en 2018 y de que tuviese que ‘echar el freno’ con motivo de la irrupción de la pandemia, volverá a celebrarse los días 24 y 25 de marzo y contará con la aportación profesional de psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, educadores y adiestradores profesionales caninos además de con la colaboración del Club Canino Baucan, de Dogtor Animal, del equipo de intervención Chokala y del Centro de Referencia Estatal de Atención de Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (CREA) del Imserso en Salamanca.

En estas sesiones, las 12 personas que se han apuntado este año aprenderán cómo los perros pueden ser trascendentales en los entornos hospitalarios de enfermería, salud mental y hospital de día, al igual que en la dosificación de los tratamientos con ansiolíticos o en circunstancias en las que los menores son protagonistas de procesos judiciales.

“La principal diferencia que encontramos entre esta terapia y el resto es que el perro es clave en el aspecto afectivo y emocional. El cariño que nos da un perro es un elemento motivador ante cualquier contratiempo”, asegura Elisa Pérez, responsable de la intervención asistida con perros del Centro de Referencia Estatal de Atención de Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (CREA) del Imserso en Salamanca.

Cuando a Gracia Guinaldo y Paula Camiña se les presentó la oportunidad de apuntarse al curso de intervención asistida con perros, no dudaron ni un minuto en ponerse en contacto con la Universidad Pontificia de Salamanca. La primera de ellas, matrona en el Hospital Virgen de la Vega, conoció al director de ‘Baucan Contigo’ y persona responsable de impartir el curso, Pedro Bautista, hace un tiempo. Lo hizo en compañía de su mascota, Clooney. Después de varios meses queriendo ser partícipe del taller, muestra su orgullo ante LA GACETA después de haber conseguido una plaza junto al resto de sus compañeros: “Me apunté porque tenía el convencimiento de que los perros son una ayuda en todos los campos y no solamente en las catástrofes. Son claves para las personas con discapacidad, para los enfermos terminales, para los colegios, en las cárceles...”.

Gracia Guinaldo destaca que Trufa, la perra con la que ha dado los primeros pasos en este curso, “es un perro fenomenal” y recuerda que, después de haber estado tan enferma, “empatizar con ella ha sido increíble” porque no paraba de darle la patita y de tumbarse a sus pies.

En la misma línea, Paula Camiña, estudiante del doble grado en Maestro en Educación Infantil y en Maestro en Educación Primaria, resalta su pasión por los perros y lo necesario que ve que estos animales pasen a ser protagonistas en las aulas con los más pequeños: “Sería muy bonito que los perros entrasen en las aulas para atender a los niños que más lo necesitan porque promueven respeto y empatía. Me siento muy feliz por poder aprender en este curso”.

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