David López no se imagina una vida sin sentirse coleccionista. Para entender su pasión por recopilar diversos tesoros en las vitrinas de su habitación, hay que viajar hasta su infancia. Desde que era bien pequeño, no ha dejado de coleccionar esos muñecos de 10 centímetros que, además de valer una fortuna, son la fiebre del coleccionismo moderno. Y, a día de hoy, rebosa felicidad al contemplar las 500 piezas que aguarda y que llegan a alcanzar un valor en el mercado de 7.000 euros.
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Lo que más llama la atención de estas joyas que David López ha conseguido a lo largo de los últimos años es su diseño peculiar. Elaboradas por una empresa de juguetes de Estados Unidos, se han convertido en figuras coleccionables por la sociedad. En especial, son las personas adultas las que se mueven para conseguirlas por su alto coste. De estilo chibi japonés, poseen una cabeza muy grande y un cuerpo muy reducido.
El primer granito de arena con el que David López comenzó su gran y valiosa colección fue aportado por sus padres. Fue en 2018 cuando le regalaron un funko del videojuego que, por aquel entonces, estaba 'barriendo': el 'Fortnite'. Desde ese momento, su afán por conseguir más empezó a no tener límites. «A partir de ese día, decidí comprarme los seis vengadores principales del juego y eso me llevó a adquirir el resto de personajes hasta el punto de tener 360 piezas», cuenta el joven.
De entre todos los que atesora, David López cuenta con un funko de Leo Messi, el de Mandaloriano y el de Anakin de Star Wars, el de Yu-Gi-Oh o el de Gollum. «Ya sea porque me los han regalado, por el momento y lugar donde los he conseguido o porque son personajes favoritos de mi infancia o de la actualidad, tengo muchos favoritos», comenta este coleccionista salmantino.
Todas estas piezas están distribuidas en dos habitaciones de su casa. «Los funkos que más frecuentan en mi colección son los que miden unos 10 centímetros, pero también los tengo más pequeños y más grandes. También hay varios tipos. Están los que recrean un momento exacto de una película, los que son de personajes que van montados en algún vehículo o en algún animal, los que están empaquetados en latas de refrescos o los que están acompañados de un juego de mesa, entre otros», asegura.
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En total, para conseguir todo lo que ha conseguido hasta el día de hoy, David López ha invertido algo más de 4.000 euros. Para el salmantino, a partir de la pandemia, los precios de cada figura subieron de manera «desorbitada». «Varían de coste dependiendo del tipo, el tamaño y la exclusividad. Cuando empecé a comprarlos, solía pagar entre 3 y 8 euros, después subieron a 15 y 20 euros y, actualmente, valen desde 60 a 145 euros. Son caprichos caros y una ruina para nosotros si no ponen límites», sentencia.
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