Lobezno y Deadpool, al rescate de Marvel

Es la película de superhéroes más anticipada desde, quizás, Vengadores: Infinity War. Llega a un mercado saturado del género y en un momento crítico para Marvel. De hecho, el título número 34 de su Universo (sin contar las series) es el único que va a estrenar la productora en 2024, y el primero de todo su catálogo con la calificación 'R', por su violencia y su lenguaje obsceno. El plato estrella de su Fase Cinco reúne a los dos actores más icónicos: Ryan Reynolds y un Hugh Jackman del que pensábamos que nos habíamos despedido en Logan. Pero resulta que, por obra y gracia del Multiverso, el huraño mutante con garras retráctiles y esqueleto de Adamantium regresa para salvar el mundo una última vez. Lo hará cuando menos lo espera (deprimido por haber fallado a sus aliados) y con quien menos lo espera: Wade Wilson, el mercenario bocazas y provocador. Ambos, por encargo de la Agencia de Variación Temporal, tendrán que proteger la Sagrada Línea del Tiempo y enfrentarse a la mismísima hermana de Charles Xavier, Cassandra Nova, dotada como el Profesor X de poderes telepáticos. Deadpool y Lobezno se estrena ya en Van Dyck y Van Dyck Tormes, con pases en versión original y en versión doblada.

Este tercer capítulo de la saga Deadpool potencia las virtudes que la convirtieron en una favorita de los fans (las dos primeras películas, de 2016 y 2018, recaudaron casi 800 millones de dólares cada una). Es decir: su sentido del humor auto referencial, sus rupturas de la cuarta pared, su acción, su enfoque para adultos, sus bromas subidas de tono, su despliegue visual. También su tono violento, y unas escenas de acción muy trabajadas, con verdaderos especialistas tras la cámara. Si en la primera entrega fue Tim Miller, formado en los efectos visuales, para la segunda tomaba los mandos David Leitch (Bullet Train), con un pasado como doble de acción. Ahora el responsable es Shawn Levy, veterano de la comedia (Free Guy, Noche en el museo). Ya desde los tráilers (que batieron todos los récords: 365 millones de visitas en menos de 24 horas), sabíamos que Deadpool y Lobezno iba a ser muy divertida: juega al bromance, el amor entre opuestos. La química está garantizada: los actores son grandes amigos, y para más inri Reynolds coescribe y coproduce la cinta. Por cierto, los seguidores de los cómics aplaudirán la aparición -por fin- del icónico traje amarillo de Logan, y la abundancia de cameos.

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